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domingo, 24 de enero de 2016

Cheap Wine o 'Recuérdame que si alguna vez monto una banda antes me agencie unos botines' o '¿Pero ya?' en Alcalá de Henares - The Green - 22/01/2016:

Vamos allá.

Nos encontramos ante una noche lluviosa, de esas de las de apetecer estar metido por siempre jamás bajo una manta, pero mire usted por dónde que se nos presentó una propuesta musical de lo más interesante con los franceses Cheap Wine, y nos lanzamos a la calle.


El sitio elegido para nuestra cita musical fue The Green, un sitio más o menos nuevo en la cuidad que se asienta en el local del histórico Cine Cisneros. Es decir, mucho espacio, muchas salas y mucho suelo irregular que hace que al andar por ahí pareza que ya vas ‘tocaete’ cuando ni siquiera acabas de dar un trago a tu primera y rica cerveza de importación, que de eso van sobrados, la verdad que sí. Un sitio que a modo de pub irlandés se encarga de aglutinar a una amalgama de pobres estudiantes descarriados, tanto de Eramus como patrios, más descarriados aún estos últimos.

La sala de conciertos se sitúa en lo que era una de las salas del antiguo cine. Allí vi por ejemplo 'Ghost Dog' (una de mis películas favoritas) más solo que la una... Dicho este anécdota melancólica hay que pensar que un espacio del arte cinematográfico como aquél ha acabado siendo reciclado en uno de arte musical y que dentro de lo que cabe no está mal. Por lo menos no es un Zara. O un chino.


El primero en saltar a escena a modo de telonero fue Mr, Black, un señor que tuve el placer de presenciar en un concierto tributo a la CCR con su proyecto 'La Cridens' hace ya un par de añitos. Una voz muy en la onda de Paul Rodgers y que me recuerda mogollón a los protagonistas de 'Casi Famosos'. Mr. Black supo entretener al público con buena música acústica y con pepinazos propios como "Mi Mánager Odia El Blues", versiones siempre necesarias de The Band y con ese final y brutal medley que mezcló el "Sweet Home Alabama" de Skynyrd con el "Down To The River" de la Creedence, el "Get Back" de los Beatles, el "(I Can´t Get No) Satisfaction" de los Rolling Stones, el "Born To be Wild" de Steppenwolf rebautizado a la española  a modo de mofa como "Bon Jovi Es Gay" (¿?) y, finalmente, el "Tutti Frutti" de Little Richards... Imbatible.

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Entiendo que lo nuestro no sea la puntualidad británica y que en este país en el que nos ha tocado vivir se diga una hora y luego sea otra, pero una cosa es que se indique que el concierto empieza a las 11:30 (que en realidad suele ser las 12:00 y pico) y resulte finalmente que la banda principal empiece a instalar y hacer pruebas de sonido a la una menos cuarto por muy concierto de entrada libre que sea. Creo sinceramente que no procede. Por muy táctica que sea para que la gente vaya entrando, ir haciendo caja y tal, lo cierto es que la gente trabaja, la gente está cansada... Y que si das tu palabra de que es a una hora pues es a una hora, leches.

Con sombreros emplumados, patillacas, melenazas y embutidos en pantalones de campana y tal, a la una menos cuarto se presentaron los campeones de Cheap Wine, una pedazo de banda de Hard-Rock procedente de Clermont que formada por Louis Morati a la pequeña y cebreada batería, Rattlesnake Joe (no se puede tener un nombre más molón) al bajo, Valentin Contestin al cargo de esa bonita Gibson Es 335, Ahn Tuan (es más moderno que decir Antonio) a los teclados y finalmente Mathieu Devillers a las voces, histrionismos, panderetas y theremin se encargaron de dispararnos tres balazos de ese Hard-Rock setentero que tanto nos gusta con la presentación de su trabajo titulado 'Mystic Crow', disponible aquí mismito.


Pero no se presentaron para comenzar inmediatamente el show no, sino para empezar a montar sus instrumentos y cachivaches entre el indiferente griterío de una masa de chicas de Erasmus que terriblemente sedientas bebían sus Desperados en pajita. Como os lo cuento. Al parecer, y debido a un cambio en la agenda, los chicos de Cheap Wine acababan de llegar de dar un concierto en Guadalajara, nuestra ciudad vecina… Muy currantes.

Tras enchufar y afinar todo, nos pusimos en primera fila y pudimos disfrutar de una pequeña demostración de potencia, personalidad y herencia clásica por parte de estos gabachos. La actitud y sonido que se marcan sobre el escenario y en estudio con temazos como "Gravestone Smoke"· o "Stay Stange Express" hace que sea muy fácil emparentarlos con leyendas del subgénero como Leaf Hound, The Edgar Broughton Band o Blue Cheer... Es decir, canela en rama.

Bien es cierto que hubo momentos de auténtico goce. De esos de los de cerrar los ojos y sentirse lleno de música, de energía y de vida. De esos en los que percibes cómo las notas musicales van volando directas a tu corazón… Y con esa brevísima y bonita sensación nos tuvimos que quedar, porque poco después de tres canciones nos sobrevino el silencio más absoluto. O bueno, más bien nos sobrevino el dichoso temita de Tarantino, el "Misirlou". Yo pensaba que era un intermedio o algo semejante pero no, el bajista nos venían a decir que 'sanseacabó', que eso era todo por hoy...

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Así de breve, precisa e intensa fue la actuación de Cheap Wine y así de mal se gestionó y aprovechó su presencia en Alcalá de Henares. Si me equivoco, que me lo aclaren.

Patidifuso y con cara de circunstancias tras este desagradable sorpresón le di las gracias y le deseé toda la suerte del mundo al lisérgico Mathieu Devillers en mi inglés de Intermedio1, me puse la bufanda y salí a toda prisa de la sala intentado alejarme lo antes posible de mi pequeña decepción. De camino a casa miré la hora en el móvil. No llegaba a la una y media y ya había gente que iba moco por la calle... Ante este panorama, ¿Sabéis lo mejor que pude hacer? Volverme al refugio del hogar para finiquitar un acrílico sobre el Expresionismo Alemán mientras sonaba en modo bucle el 'Blackstar' de Bowie… Que sin duda me rentó más.


Con Dios.

lunes, 24 de agosto de 2015

Cada uno habla de la feria...

Aunque la mayoría de la gente no se lo crea, resulta que soy muy hábil y que puedo hacer más de una cosa a la vez sin accidentarme ni nada. Para que vean que no miento, mientras estoy repanchingado en una de las terrazas de la feria dando buena cuenta de mi bocata de entresijos (una sana tradición que sigo a rajatabla año tras año desde que tengo uso de memoria) me da tiempo a mirar a mi alrededor, entre bocado y bocado y entre trago y trago de cerveza, en busca de imágenes que satisfagan mi siempre implacable curiosidad. Y es que el paisaje y paisanaje de las ferias es rico en matices y te impacta a cada rato como un torbellino de olor a churros y porras. Así pues, mientras me recreo el gaznate voy tomando nota mental de las pequeñas escenas que captan estos dos ojitos míos color miel para luego pasarlas a escrito. Juzguen y comparen estas imágenes con las que se dan en las ferias y fiestas de vuestro pueblo o ciudad. Es un ejercicio que genera risas de todo tipo. Muy sano y necesario todo. Os hago un pequeño repaso de lo vivido en ese par de horas:

Un chavalillo, con el gesto torcido, intenta recomponer concienzudamente su preciado rosario de plástico fluorescente. Resulta que el amoroso ímpetu de su novia, apalancada y amarrada a su cuello mientras le hacía un chupetón (o le succionaba el alma, que también puede ser), provocó el tremendo desaguisado. Hay cuentas por el suelo. Ella hace gestos con dulzura. Caricias y movimientos suaves. Debe estar solicitando su perdón o apaciguándole. Pero a él, que entre otros datos reveladores sobre su personalidad hago saber que lleva los calcetines a la altura de los sobacos, parece no hacerle ni pizca de gracia la situación… Será muy creyente. 

En otro orden de cosas, los Minions se han convertido en el nuevo Perrito Piloto, en la nueva Muñeca Chochona. Era de esperar. Ellos son muy salaos y sus actuales adversarios no dan la talla. Entre la retahíla de peluches que aparecen colgados de los aleros de las tómbolas y tenderetes me atrevo a describir la notable (por lo de repetitiva, no por la de su calidad) presencia de un elefante azul amorfo que porta con sus dos manitas un cojín en el que pone 'te quiero' con bordados de abuela. Y la de esa anaconda-boa-bicha multicolor pero carente de personalidad que da ganas de todo menos de llevársela a casa. Mi hermano tuvo una de esas serpientes hace muchos años. No sabía dónde meterla. ¡Kampai!

Puestos tradicionales como el de las escopetillas de tapones o los dardos hace unas cuantas horas que dejaron de ser terreno de gozo y disfrute de los más pequeños de la familia para convertirse en las pasarelas de los machos alfa de la ciudad. Cotos privados de testosterona. Ya no hablamos de los punching-ball o los coches de choque. Zona de guerra.

Jóvenes y jóvenas que marchan juntos de la mano hacia lo oscuro, al otro lado de las vallas del recinto ferial. Hay muchos setos. Precaución.


A la salida del recinto, un siseo siniestro surge de una de las múltiples secciones de bombillas de colorines que conforman la puerta de la feria (minúsculo intento de semejarse a las de cualquier pueblo de Andalucía) para dar paso a una cascada de chispas que a su vez da paso a una breve intermitencia que, definitivamente y sin dar ya más paso a nada, se torna en oscuridad absoluta. Ante semejante estampa, unas señoras emperifolladas que pasean por ahí su moños inclinan su opinión hacia el '¡Ohhhhh qué pena!' mientras otras aún más emperifolladas que pasean por ahí sus alhajas responden al contraataque con un '¡Ale ya, se acabó lo que se daba!'  Estampa viva y digna del refranero popular español pues 'cada uno habla de la feria como le va en ella'.

Para terminar. Servidor regresó a casa con la panza saciada, los ojos abiertos y resplandecientes por mil luces, un premio ganado en uno de esos puestos de puntería bajo el brazo y con el espíritu maduro, sereno y apaciguado de la feria que da los años… 

El año que viene más y mejor.

jueves, 25 de octubre de 2012

Lo que no me gusta de mi ciudad: suciedad, guarros y diferencias...

La suciedad...


Con toda seguridad muchas de las ciudades en las que vivís tendrán el mismo problema. Más aún si a una educación ciudadana y ecológica bastante precaria (por no decir en vías de extinción) sumamos una situación económica actual que nos lleva una considerable falta de los recursos, a huelgas de los servicios urbanos, a escasez de mobiliario urbano destinados a la limpieza (papeleras),...

Pero el problema es que en muchos de estos casos me atrevería a decir que se aprecia casi una diferencia entre ciudadanos de primera y segunda clase. No hace falta más que acercarse y dar una vuelta por las mañanas al casco histórico de Alcalá de Henares para ver que a diario se limpian las aceras y calles con escobas, chorros de agua a propulsión, aspiradores y con todos los mecanismos que se os ocurran. Y eso está muy bien, debemos dar ejemplo de Ciudad Patrimonio de la Humanidad y tal, pero es que alejarte cien metros escasos para pasar de la Puerta de Madrid, llegar a Reyes Católicos (mi barrio) y darse uno cuenta que pese a los esfuerzos que hagan los pocos barrenderos que todavía no están en el paro (trabajé en ese sector y sé lo duro que puede llegar a ser) estamos dejados de la mano de Dios... Una pena.

sábado, 16 de junio de 2012

¡En Alcalá ya "semos" europeos y "modennos"!

¡Pues llega el buen tiempo y ya tenemos kilómetros y kilómetros de carril-bici! (o vías ciclables como las han llamado por estas tierras). Aunque eso sí, la gran mayoría de ellas tan mal trazadas, situadas e impracticables como estas que podéis ver aquí mismo...


viernes, 24 de febrero de 2012

Lo que no me gusta de mi ciudad: La Historia de Alcalá o se nos cae a pedazos o nos la arrasan.

Aunque haya pasado mucho tiempo, hay cosas que convienen ser recordadas de vez en cuando y tenerlas pero muy presentes, para que luego no nos puedan engañar. Una de ellas es ésta:


Ciertamente el Molino de la Esgaravita no era una maravilla arquitectónica, pero era uno de los pocos molinos antiguos que nos quedaba en pie, dando pistas del gran pasado agrícola de la ciudad (algo que parece como si avergonzara) y sus 500 años de vida merecían otro trato.

Si queréis leer más información sobre "lo bien" que se hacen las cosas en esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad y cuna de la cultura... Aquí.

lunes, 16 de enero de 2012

Lo que no me gusta de mi ciudad:

¿La fotografía como denuncia o crítica social? Mucha gente pensará: "¡Bah! ¡Pero si eso es de pedantes!"... Pues nada más lejos de la realidad, amigos míos...

Si sois seguidores o habéis visto algún capítulo de 'Padre de Familia' es posible que os suene (debido a las constantes repeticiones) aquél episodio en el que el anormal de Peter Griffin consigue presentar un pequeño espacio de noticias en el canal de TV de su ciudad (Quahog) que tenía como objetivo principal el sacar a relucir "muy a su manera" las cosas que no le gustaban de la sociedad y de la vida.
Pues bien, reutilizando material que tenía ya publicado en un blog en el que colaboraba llamado Iberiké y apropiándome impunemente de la silla de Peter, se me ha ocurrido hacer algo parecido pero aquí en Du-Dum-Dum... Algo así como un "Lo Que Me Saca De Mis Casillas" pero en este caso "Alcalaínas". De esta manera, y a través de fotografías rápidas hechas con mi móvil voy a intentar destacar los distintos aspectos o situaciones que no me gustan de Alcalá de Henares, porque aunque para mí esta es la mejorciudaddelmundomundial, eso no quita que haya unas cuantas cosas que deberían mejorarse si de verdad se quiere alcanzar ese estatus de ciudad referente que desde muchos sitios e instituciones tanto munipicales como autonómicas se nos aplica.

Evidentemente, no seré tan elocuente o simpático como Peter ya que no tengo un equipo de guionistas desquiciados detrás, ni tampoco me pondré a explicar las cuestiones con largas, cómicas o pretenciosas parrafadas. Simplemente utilizaré las fotografías que iré tomando por las calles de esas pequeñas cosas que me desagradan y molestan, junto alguna que otra pequeña anotación, eso sí.

Por ser la primera y tan evidente, no creo que sea necesario decir nada sobre esta imagen tomada en el Camarmilla, un riachuelo que corre junto la zona del futuro parque arqueológico de Complutum, del polideportivo El Juncal y de una serie de viviendas. Esa mezcla de aguas estancadas y sucias (pasa por algún que otro polígono industrial), y las malezas que crecen por no sanear debidamente su ribera da como resultado que en las épocas cálidas de primavera y verano no se pueda casi ni pasear por ahí porque las nubes de mosquitos asesinos acribillan a los chavales que van a jugar y a las personas que se dan su paseíto... Una pena:


Y eso que no iba a charlar mucho...