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viernes, 24 de agosto de 2018

La serie polaca # 2: Brygada Kryzys - Disco de 1982.


Desde Varsovia con amor aquí tenemos en vivo y en directo a Brygada Kryzys, toda una institución del Punk-Rock polaco ochentero: Estribillos repetitivos a granel, encontronazos con el gobierno (o desgobierno según se mire) de la época, ritmos acelerados, himnos para una juventud que quería un poquito más luz, guitarrazos y saxofones entreverados con chirriantes sonidos industriales. De manual ¿No?

Yo es que estoy cerrando los ojos y recreando nuevamente el pasote de escuchar a Brygada Kryzys en el jardín de barbacoa con mi bellísima señora, mi nenita y la babcia. Unas buenas  'kiełbasas' regadas a base de Żubr o Tyskie o  Zywiec o Kasztelan o Dębowe o...

Uwaga! Słuchać głośno!

sábado, 28 de julio de 2018

La serie polaca #1: Lady Pank - Primer álbum de 1983.

Porque pueden pasar los días pero nunca las ganas de requetebuscar y escuchar música para hablar y disfrutar y vivir en torno a ella.

Lady Pank son para que nos hagamos una idea como si metieras en una probeta la esencia de todas las bandas de la Movida Madrileña, agitaras muy fuerte muy fuerte y situaras el resultado de ese mejunje en la desde todos los puntos de vista interesante Varsovia del Telón de Acero. 

Una siempre necesaria actitud Punk con un pocobastante de maquillaje Pop, querencia por el Reggae y el sentir de la Polonia de finales de los años 70... Dadle al play:

A un lado tenemos el videoclip en inglés del tema "Mniej Niz Zero" (que al parecer lo petó en Europa en su momento) y al otro el audio en su idioma original, que siempre está bien escucharlo como Dios manda:

domingo, 11 de diciembre de 2016

Guía de 'kiełbasas' para el español I:

Viajar tiene cosas muy bonitas. Se ve mundo y se amplían nuestros conceptos, cuando no caen estos fulminados para siempre. Viajar viene muy bien para relativizar sentencias y conocer que hay algo más allá de nuestro jamón y nuestra tortillita de patatas. Viajar supone hablar en otro idioma, entender otras cabezas y sí, comer y degustar unos platos que no son los que tu abuela te hizo toda la vida... Viajar hace que te plantees preguntas todo el rato, como aquella de si los ingleses tienen sus fish and chips, los alemanes su chucrut y los franceses tienen su paté.... ¿Qué es lo que tienen los polacos? 

Esa pregunta me la planteé hace unos añitos. Y a día de hoy me sigo dejando sorprender con las respuestas: La gastronomía polaca tiene una riqueza infinita, una repostería finafinafilipina y sobre todo, una colección de salchichas (kiełbasa) de las de quitarse el sombrero. Así que a eso me voy a dedicar en las próximas entradas, a hacer una pequeña, personal y humilde guía del maravilloso mundo de las salchichas polacas:



 Kiełbasa Śląska: Corta y de gran grosor, como las piernas de Roberto Carlos. Ni fresca ni curada. A primera vista no llama mucho la atención pero presenta un ahumado y una jugosidad sublimes que la convierten en la estrella de todas las barbacoas en los veranos de Polonia. Dejaos de oscarmayer, bratwurst y demás movidas germanas, de verdad. Dadle a la Slaska y ya me diréis. Cuanto menos perfecta o bonita parezca, más artesanal es y por lo tanto, más rica.



 Kiełbasa Wiejska: O de pueblo. Es junto a la Śląska de las salchichas polacas más comunes en el mercado de España. Tienen un grosor, longitud, ahumado y curado medio. Dependiendo de la calidad puede variar su carga de grasa (cerdo y pavo) y el suave especiado (ajo, mostaza y pimienta negra principalmente).  Son ideales para pasar un poquejo a la plancha y servirlas en bocadillo (o kanapka tal y como dicen los paisanos) con un pan tostado, cebolla frita, unas rodajitas de pepinillo fermentado y un chorro de ketchup y mostaza sarepska. A veces puede hacerme el apaño para servir de guarnición para la sopa Żurek. De mis favoritas.



 Kiełbasa Kaszanka: De mis perdiciones. Es una morcilla como las de aquí de toda la vida de Dios pero en lugar de tener cebolla o arroz tiene kasza, que es un cereal que por estos lares conocemos como trigo sarraceno o alforfón… Espectacular para comer frita o a la barbacoa. Espectacular.



 Kiełbasa Dla Chłopa: Estamos ante una salchicha bastante curada y de calidad, con un porcentaje de carne muy superior al de grasa y con un regustillo final un tanto dulce que en resumidas cuentas hace que personalmente prefiera comerlo sólo, sin acompañamiento de ningún tipo, para así disfrutar de su saborazo.



 Kiełbasa Krucha Z Galaretką: Al parecer, por lo que he podido leer en páginas que hablan sobre este producto, estamos más ante una reciente innovación que ante una salchicha tradicional, muy a nuestro pesar. En resumidas cuentas es la mezcla de una salchicha en cuanto a formato o continente pero con un contenido que se queda a medio camino entre la carne de una salchicha y el salceson (que en el mundo de los embutidos polacos viene a ser lo que aquí conocemos como cabeza de jabalí, esa mezcla de carne, condimento y gelatina). Está rica sí, pero el resultado en boca no es del todo satisfactorio. El sabor es pobre teniendo en cuenta las infinitas opciones que tenemos en el mercado, no tiene mucha consistencia, se rompe, se le sale el jugo gelatinoso… Una y no más. Creo.

Y eso es todo por hoy. Despidámonos con una cerveza fresquita en la mano (ŻywiecŻubr o Tyskie pueden ser buena elección) y con los Happysad de fondo: 




DO DNA!

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Música de Polonia Vol. 5 y final: David Bowie y 'The Thin White Duke Live':


Desde siempre he sido una persona que vincula todo, absolutamente todo, a la música: El amor (un segundo de Paul Collins cambió mi vida), las amistades (hay encuentros que bien merecen una canción), los buenos momentos (el saber que aprobé la última nota de la carrera siempre irá ligada al subidón inicial del "I´d Run Away" de The Jayhawks), los malos (discos que lo siento por ellos pero no volveré a escuchar jamás), los olores (el del aire fresco de las mañanas de primavera me obliga a poner entera la discografía de Triana), los colores (no sé, pero el gris del invierno siempre llamará a mi puerta con Bill Evans) y los lugares...

En este caso, con nuestro viaje se dio una conexión con la música de David Bowie. No fueron ni una ni dos ni tres que coincidimos en la travesía por Polonia con el genio de Brixton: La primera vez tuvo lugar estando aún en el aeropuerto Berlín-Schönefeld, cuando cuando pasamos por una tienda en la que estaba sonando "Under Pressure". Buen augurio. 

La segunda ocasión fue paseando por Varsovia. Recorrer las calles por lo poco que queda del antiguo gueto o los pasillos del Museo del Levantamiento y sentir dentro de los huesos cómo fluían los sintetizadores de "Warszawa" fue toda una experiencia. 

No hay dos sin tres. En un Alkohole 24h de Cracovia (no pregunten qué hacíamos ahí) entró un señor que llevaba puesto en su móvil para el disfrute de todo el mundo el "Heroes"... ¿Casualidades? Pues no creo.

Ya el culmen vino cuando disfrutando del ambiente de la Plaza Mayor de Cracovia y rebuscando en la tienda de discos de barato que mencioné en la anterior entrada dedicada a Kroke nos encontramos además con un disco un tanto piratilla de Bowie titulado 'Thin White Duke Live - Recorded In The USA Between 1972 And 1990'. ¡A la saca! ¡Y qué paciencia la de mi santa esposa!

Escuchado y analizado en casa con tranquilidad únicamente puedo decir que es un discocuriosidadparaadmiradoresycoleccionistasdebowie. Según he visto en alguna que otra página web especializada en el artista. Presenta muy poca información sobre el personal y menos aún sobre los lugares en que se hicieron las tomas. La recopilación de temas muestra una mezcolanza de grabaciones hechas en distintas décadas que de hecho puede descolocar a quien no esté acostumbrado a la mutabilidad estilística de Bowie. La calidad de las mismas, para ser un bootleg, es más que decente y destaca en su repertorio por mostrar un predominio de canciones pertenecientes a su época dorada de los 70 más unas cuantas pinceladas de los 80. Por cierto, ni rastro de creaciones de los 90.

Espectacular la versión anfetamínica de "Scary Monsters", la siempre descarnada "Rock And Roll Suicide", un directo que no había escuchado nunca de "Andy Warhol" y la unión del "Fashion" con el "Let´s Dance" que deja al público asistente loquísimo. O por lo menos a mi me deja así.


Abrazos y gracias por haber estado atentos a esta peculiar y limitada serie de entradas dedicadas a nuestras peripecias por Polonia. Próximamente seguiremos con la línea habitual: arte, pintura, música, cultura... ¡De todo y para todos!

viernes, 16 de septiembre de 2016

Música de Polonia Vol. 4 - Kroke y 'Eden':


Se nos vino la noche encima. Y dejamos que así fuera, pero con el cielo por techo. Paseamos por las calles de Kazimierz. Tras cruzar esa frontera imaginaria que es la línea de tranvía en Józefa Dietla nos esperaban la vieja sinagoga, el cementerio judío, la tenue luz de los restaurantes en Szeroka, ecos de música Klezmer tocada en directo, el elegante chunda-chunda de los bares más in del mundo, la brisa del Vístula... Una sorpresa a cada paso.

A la mañana siguiente había que recorrer de nuevo la plaza mayor de Cracovia, más conocida como Rynek Główny. ¡Señores de Madrid y Salamanca! ¡Qué malas pueden ser las comparaciones entre plazas mayores! 

El estar en esta ciudad y el conocer la obra de una pedazo de banda local como Kroke solamente podía significar una cosa: No debía perder la ocasión de buscar por las tiendas algún disquito de esta gente. En la ya mencionada Empik nada, en las tiendas musicales del centro tampoco... De Clásica y Disco-Polo lo que quieras, pero nada a la vista de mis largamente admirados Kroke. Nada. Nada hasta que mi querida mujer me animó a preguntar en un puesto de discos de barato en la mismísima plaza. Fue ahí cuando, entre polaco e inglés, conseguimos dar con 'Eden' (Oriente Musik-1997). Seguramente uno de los billetes de 10 złoty mejor invertidos de la historia mundial.


Hace ya un porrón de años que hablé por primera vez de Kroke. Corría el 2010 y fue para nuestros Sultanes Del Swing. Buenos tiempos de radio sin duda. Tiempos en los que lo mismo te hablabamos del tíoraro de Tom Waits que de los polaquillos de Kroke, una de las bandas que más me ha interesado desde siempre en ese evidentemente inabarcable género llamado Músicas del Mundo.

Si hacemos caso a las indicaciones del sabio Trecet y del libreto del disco en cuestión escrito por un tal Daniel Gerson, Kroke se formó en 1992 en Cracovia (ciudad de la que proviene el nombre de la banda en yiddish) por tres amigos que se graduaron en la prestigiosa Academia de la Música de Cracovia: Tomasz Lato al contrabajo, Tomasz Kukurba a la viola, violín, voz y percusión, y Jerzy Bawol al acordeón.  Enamorados de la MÚSICA en mayúsculas, estos tres compañeros y artistas nos muestran una propuesta realmente renovadora dentro del panorama de la música Klezmer, pues han logrado integrar a este repertorio tradicional composiciones propias originales, arreglos procedentes de la música Clásica (no olvidemos su formación académica), así como aplicar ciertos elementos provenientes de las Vanguardias y del Jazz con las experimentaciones, improvisaciones e incluso una apertura de miras a veces inimaginable en esto de las músicas tradicionales, (el Folk, a veces tiende a pecar de autenticidad y de mirarse muymucho el ombligo) logrando una comunicación musical que rompe todas las fronteras habidas y por haber. Sin ir más lejos, recordamos brevemente las colaboraciones de Kroke con los ingleses Peter Gabriel y Nigel Kennedy, las noruegas Tindra o los burgaleses Fetén Fetén.

"The Night In The Garden Of Eden", "The Secrets Of The Life Tree"... Todas. Las 10 piezas que contiene 'Eden' son resultado de duro trabajo musical y de estudio de la tradición y filosofía de la cultura judía. Y también reflejo de una dignidad inamovible, de los sufrimientos del pasado y de la esperanza y confianza puesta en el hombre actual... Ahora, disfrutemos y miremos hacia delante:

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Música de Polonia Vol. 3 - Breakout y 'Oni Zaraz Przyjdą Tu':


Tiendas Empik en Varsovia. Mediodía. Taquicardias que me daban ante las estanterías de música polaca de los años 70. ¡Qué nervios y qué cantidad de bandas desconocidas, sugerentes y tentadoras!

Aproximadamente una hora después salimos de ahí mi querida mujer y yo con un montonazo de recuerdos y un buen puñado de referencias musicales. Una de ellas es esta que tenemos entre manos y que estamos escuchando mientras escribimos: Breakout y su recopilatorio 'Oni Zaraz Przyjdą Tu' perteneciente a la serie Złota kolekcja que Pomaton/Warner Music dedica a los artistas más ilustres del país. Una colección de oro para una banda de oro.

Breakout, al igual que ocurre con las anteriores bandas de las que os he hablado, es una institución en lo suyo. Si Budka Suflera lo eran en el Rock y TSA en el Heavy-Rock, la gente de Breakout lo fue en el Blues-Rock. Flipantes.

Formados a mediados de los 60 bajo el nombre de Blackout por el guitarrista, cantante y compositor Tadeusz Nalepa en la ciudad de Rzeszów, pronto darían el cante por su talento en esto del Blues a nivel nacional e internacional (hay que hablar de giras por el antiguo Benelux, la URSS e Inglaterra). Tras un primer álbum en 1968 a nombre de Blackout, pasarían a llamarse definitivamente Breakout y a publicar una serie de discos que para el imaginario colectivo de la joven Polonia han quedado guardados como oro en paño: 'Na drugim brzegu tęczy' en el 69, 'Blues' en el 70 o 'Kamienie' en el 74 son alguno de los hitos de esta gente.

Tadeusz y compañía suenan a mucho Blues-Rock del bueno. A los primeros Fleetwood Mac, John Mayall, Savoy Brown, un poquito de Ten Years After... Por ahí van los tiros. En general son Blues lentos y arrastrados con un apartado instrumental (desde la batería hasta la guitarra pasando por el bajo eléctrico, por el saxo, la armónica y, cómo olvidarnos, la otra voz en este caso femenina de Mira Kubasińska) sobresaliente que te agarra las entrañas, arquear las cejas y soltar un sencillo a la par que elocuente ¡guauuuuuuuu!

Gracias a los altavoces de nuestro Ford Fiesta nos acompañaron temas como "Zapraszamy Na Korridę" (una recreación bluesaflamencada que versa sobre una corrida de toros desde el punto de vista aún más folclórico de un polaco), "Kiedy Byłem Małym Chłopcem" o "Rzeka Dzieciństwa" (que tienen ambas un rollazo guapoguapo).



De camino a Wieliczka (una de las minas de sal más grandes, impresionantes y antiguas del mundo que se ha convertido en uno de los puntos turísticos más importantes del país desde que en 1978 fuera inscrita como Patrimonio de la Humanidad) y a Częstochowa (uno de los mayores centros de peregrinación del mundo donde se rinde culto a la Virgen Negra de Częstochowa, uno de los símbolos nacionales) pudimos disfrutar del talento de Nalepa y su gente.

Ahora solamente nos queda que disfrutéis vosotros de la misma forma y manera que lo hicimos nosotros. Ahí os dejamos con uno de los temas que más me ha gustado de este estupendo recopilatorio, "Modlitwa" :


Do zobaczenia!

sábado, 10 de septiembre de 2016

Música de Polonia Vol. 2 - TSA Y 'Live 1982':


No hay viaje sin caminos. Y el nuestro por Polonia no iba a ser una excepción: pistas forestales para llegar a los preciosos lagos de Witnica, carreteritas de pueblo de las de tener que salirte por fuera para que pueda pasar otro coche, tractores al trantrán, caminos de cabras en busca de las cabañas donde venden el auténtico y espectacular queso ahumado oscypek, sendasvericuetos veredasyparedesverticales en los Tatras... Eso en el mundo rural.

En el urbano nos encontramos con una montaña de arena en mitad de una carretera alemana, con antiguos controles fronterizos, con las autopistas de peaje polacas de dos carriles e innumerables obras, con las autovías en las que lo mismo puedes ir a 140 km/h que toparte porque sí con semáforos en rojo y tensos cruces porque en el país aún no manejan eso de los cambios de sentido o dirección a distinto nivel, con los camioneros que adelantan a otros compis de profesión por la izquierda generando interminables atascos... ¡Bufff!

Por otro lado, es justo reconocer que si tienes la mala suerte de que se te cale el coche o quedes empanado cuando ya esté en verde los paisanos del lugar ni te pitarán, ni harán aspavientos obscenos ni se referirán a tu familia. Educación. Mucha. Igual que en Madrid.


Mi recomendación a la hora de ponerse en marcha por las carreteras de Polonia es hacerse con unos cuantos discos cañeros de la tierra. Para ser más concreto, con los de TSA, una de las bandas de Heavy-Rock más carismáticas y queridas del país. Desde finales de los 70 haciendo ruido del bueno.  Sonido clasicote que incita a subir el volumen y pisar a fondo el acelerador. A sus espaldas tienen una legión de seguidores y unos cuantos discos a tener en cuenta: los directos '1981' y '1982' (cuando una banda publica sus directos es que es una buena banda) y los discos de estudio 'TSA' y 'Heavy Metal World'.

Sin más, nos despedimos hasta la siguiente y os dejamos con un par de muestras del saber hacer de TSA, los Barón Rojo de Opole:





¡Que os guste!

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Música de Polonia Vol.1 - Budka Suflera y 'Za Ostatni Grosz':


Contemplar la energía, fuerza y capacidad de superación de la ciudad de Varsovia desde las alturas del Palacio de la Cultura y la Ciencia, pasear por el Parque Łazienki, descansar las piernas frente al monumento a Chopin, zampar de lo lindo en Stare Miasto, quedarse patidifuso contemplando lo que es capaz de hacer el ser humano en el Museo del Levantamiento de Varsovia... Todos esos recuerdos y muchos más quedarán guardados en cada nota de este disco.

Escuchar los primeros compases de "Za Ostatni Grosz" mientras el coche se te queda calado un par de minutos largos en una de las vías más importantes de la ciudad es algo que jamás olvidaré. Ya sea porque me quedé alucinado con la educación de la gente (no me pitó ab-so-lu-ta-men-te nadie) o por el temazo que seguía a continuación "Wszystko To Widział Świat" o por las emotivas guitarras presentes en "Rok Dwóch Żywiołów", lo cierto es que jamásdelosjamases olvidaré ese momento.

En este viaje no he hecho más que empezar a escarbar un poquito sobre la enorme superficie de la música polaca. No soy un entendido ni una luminaria sobre la materia, pero no puedo quedarme callado ante las maravillas que nos hemos encontrado mi mujer y yo durante nuestro periplo en la patria del gran Kowalczyk.


Budka Suflera se puede considerar toda una institución de la música polaca. Naturales de Lublin, esta banda ha estado en activo prácticamente desde 1969 hasta nuestros días. Transgéneros (empezaron dándole al Blues para pasar rápido por la Psicodelia y desembocar en el Rock Progresivo, el Rock a secas, el Pop...) y también Transgeneracionales (le molan a mi querida suegra y a mis primas polacas que son adolescentes) empezaron a darse a conocer con una versión del "Ain´t No Sunshine" de Bill Withers, tituada en la lengua de Mickiewicz como "Sen O Dolinie". A partir de ahí dieron el pelotazo: cambiando disco a disco, experimentando a lo bruto con "Szalony Koń", girando por Centroeuropa, repitiendo éxito bien pasadas un par de décadas con "Takie Tango" (que sonó hasta en los bailes de nuestra boda)... Vamos, una banda con una historia y una discografía a la que prestar mucha atención. 

En 1981 Budka Suflera se encuentra, como todas las bandas mundiales de la época, en una encrucijada de caminos ochenteros. Por un lado está el Rock procedente de los 70, por otro el AOR, la New Wave y el Pop. ¿Y qué creéis que hicieron estos mozalbetes? Pues decidieron, como buenos polacos, tirar por la calle de en medio y grabar un gran disco repletito de canciones memorables y de gancho como "Rock'n'roll Na Dobry Początek", "Kto Zrobił Mi Ten Żart" o el zambombazo hardrockero que sirve para cerrar el álbum por todo lo alto que es "Memu Miastu Na Do Widzenia".

Para finalizar, vamos a dejar que las letras den paso a la música. Aquí os paso el video con el audio del disco 'Za Ostatni Grosz' entero a vuestra disposición. Ya me contaréis qué os parece: