domingo, 30 de octubre de 2011
miércoles, 26 de octubre de 2011
Siempre hay una música más que descubrir: La Champeta Criolla
Tras estar una semana rastreando pistas, por fin me he dado cuenta de la increíble riqueza musical que atesora Suramérica. Una riqueza que refleja a la perfección la diversidad y la fusión de razas, pueblos y culturas que ha dado lugar, en el caso que nos atañe, a la actual sociedad colombiana.
Cada región del país tiene sus propios rasgos... Pero como hay que acotar, nosotros nos vamos a detener en la región del Caribe y de la Costa Atlántica, que es, tal y como indica la Historia, la zona que recibió y canalizó con más fuerza que ninguna otra las influencias derivadas que recibieron por parte de la población indígena autóctona, de los españoles y de los negros africanos.
Por tanto, hablar de esta zona de Colombia es hablar directamente de mestizaje.
Podríamos discutr las consecuencias tanto positivas como negativas que surgieron tras la irrupción española en América, pero como este es un espacio básicamentemente musical y no queremos enfrascarnos en discusiones bizantinas, será mejor que hablemos de una cosita conocida como... ¡La Champeta!
La Champeta Criolla es uno de los numerosos estilos autóctonos de esta zona atlántica y caribeña que se toca y baila en los barrios de Cartagena de Indias, Palenque de San Basilio y Barranquilla -ciudades en las que el aporte de población descendiente de los antiguos esclavos africanos es muy numerosa-. Por todo esto, la relación de la Champeta Criolla con las raíces musicales africanas y con otros géneros como el Soukous -o Rumba-, la Makossa y el Afrobeat se aprecia bastante bien en esos desarrollos rítmicos constantes e intensos y cómo no, en esos cánticos de una intensidad tan tribal...
Una de las mayores instituciones en esto de los sonidos colombianos tropicales de clara raigambre negra es el guitarrista, cantante y compositor Abelardo Carbonó, toda una leyenda de la Champeta Criolla con el que nos despedimos por hoy.
Ahí os dejamos con Abelardo Carbonó Y Su Conjunto interpretando la canción "Palenque":
domingo, 23 de octubre de 2011
Llegados a un punto...
Si voy, si estoy, para nada…
Mejor ni dar ni ser.
Mejor ni ir ni estar.
Mejor la soledad.
Sufrir, llorar, para nada…
Es sufrir, es llorar por ti."
Artista: Natalia Calderón / Malinche (una de las mejores voces femeninas de aquí en esto del Jazz, Soul, R´n´B… De la música negra, vamos)
Disco: 'Malinche' - SuperEgo - 2001.
jueves, 20 de octubre de 2011
lunes, 17 de octubre de 2011
Una italiana de las de antes...
Conocí a Nina Zilli este mismo verano, a través del 'No Son Horas', un gran programa de radio de Onda Cero llevado por el simpar José Luis Salas en una de esas calurosas madrugadas en las que no se puede pegar ojo y en las que no queda otra que pasar el rato escuchando la radio…
Pues bien, allí me encontré con ella. Una mujer que no es nueva en esto de la música: de formación musical clásica ya desde bien pequeñita ejercitando canto lírico y piano, pasó su infancia y juventud entre Irlanda y Estados Unidos, sitios que evidentemente marcaron profundamente a Nina y que propiciaron en ella el desarrollo de una concepción y unos gustos musicales mucho más amplios. Allí por ejemplo es donde adquirió el gusto por la música negra (el Rythm and Blues y el sonido Soul de la legendaria Motown) por el Reggae y Ska procedente del Caribe, y cómo no podía ser de otra forma (en este caso vía familiar), por la música italiana ligera y romántica de los años 50 y 60.
Ya a su regreso en Italia y tras diversos vaivenes y peripecias musicales que no vienen al caso, al final acabó firmando en 2009 con una gran discográfica como es la Universal, para un año después publicar el que es su primer álbum grande, titulado ‘Sempre Lontano’.
Entre algunos miembros de la crítica se considera que Nina Zilli forma parte de la cada vez más numerosa lista de sucesoras e imitadoras de la recientemente fallecida Amy Winehouse pero creo, personalmente, que esas voces están equivocadas ya que los orígenes y los puntos de partida de una y otra artista se sitúan en dos polos bien opuestos: en Amy, heredera de la oscura, desapacible y neblinosa Londres predominó además o quizá por todo ese ambiente un sentimiento trágico de la vida y de la música (que la ha llevado donde todos conocemos), mientras que en Nina ha triunfado y triunfa una concepción vital más luminosa y brillante procedente del Mediterráneo y del Festival de San Remo.
No hay muchos más nexos que el de la música negra. Punto.
El sencillo “50 Mille” ha sido hasta ahora sin lugar a dudas el éxito más reconocido de Nina, pero mi favorita del verano de lejos, la clásica y vibrante “L´Uomo Che Amava Le Donne” :
¡Que os guste!
domingo, 16 de octubre de 2011
miércoles, 12 de octubre de 2011
Rescoldos del verano / Triptides:
Durante el verano que se ya nos fue hubo tiempo para hacer muchas cosas: unas se pueden contar y otras no. Entre las primeras (cómo no) están las sorpresas y alegrías musicales que van salpicando el quehacer diario y que llegan a perdurar incluso hasta entrado el otoño…
Pues bien, una de esas bandas veraniegas que irrumpieron con fuerza en mi mp3 fueron los Triptides: un joven grupo americano que a falta de poder definir su sonido con más palabras y de ser más directos, diremos simplemente que hacen música casera, Lo-Fi…
Por anteriores episodios, ya sabrán ustedes todas las dudas que me genera este tipo de subgénero o etiqueta musical: la voluntaria o involuntaria escasez de calidad a la hora de la producción e interpretación, el dudoso talento de los artistas en directo… Ese tipo de dudas.
Pero dejando a un lado cuestiones personales, lo importante es que los Triptides son sobre todo unos chicos trabajadores, y es que poquita gente de hoy día puede presumir de haberse pateado todos las buhardillas, todos los sótanos y tooooodos los garajes del Estado en que residen (en este caso el de Indiana). Además, por lo que he podido escuchar hasta ahora de ellos, tienen un gusto musical bastante acertado y cuentan por Internet con varios discos disponibles para descargar gratuítamente en Bandcamp, algo que siempre ayuda a acercarse a lo que proponen estos muchachos.
Si os gustan las dulces y clásicas melodías tan propias de la soleada California de los años 60, el ambiente playero relajado, lánguido y el sonido añejo, entonces no me queda ningún rastro de duda: los Triptides os va a agradar enormemente.
Un buen par de ejemplos de lo dicho son esta joyita de 2 minutos y 47 segundos de duración titulada "Tropical Dreams":
Y esta otra diminuta maravilla, “Something Silver”:
¡Que os gusten!
sábado, 8 de octubre de 2011
Las Peores Portadas VII (Especial Rollito Latino):
De Willie González no puedo decir muchas cosas. Aunque lo que sí que se puede decir es simplemente perfecto si lo que pretendes en esta vida es ser estrella de la música latina. ¡Ah! También se puede añadir que viendo sus fotos a lo largo de los años, poquitos como él han sabido adaptarse a los tiempos... Y es que si me hacéis el favor de buscar su nombre en Google Imagenes o pinchar aquí, veréis que la pasta que se ha dejado este señor en peluqueros, estilistas y en centros de depilación debe ser importante ya que ha pasado de parecerse al central del Madrid de los 90 Ricardo Rocha al refinado mozalbete de perfiladas cejas que tenemos delante.
Sí, claro... Con esas caras.
Por esas pintas, yo lo de "mujer" lo cambiaría por "metadona y un eurillo" o algo así.
Horrrrrrible todo.
La música está al mismo nivel que demuestra el ínfimo cuidado gráfico de esta portada, pero aquí tenéis el temita en cuestión. Como se habrán dado cuenta, en esta sección es costumbre acabar con buena música, pero como un día es un día, hoy nos vamos a atrever a poner una de las bazofias más grandes, ignominiosas y bochornosas que me he echado a los oídos, con todas sus consecuencias. Os prometo que no habéis visto y oído nada tan triste y decadente... Pero mirad el lado bueno: después de que acabe el sufrimiento, podremos apreciar con más ganas el resto de las cosas que nos rodean... Tomadlo o entendedlo como una especie de cura musical:)
martes, 4 de octubre de 2011
Descubriendo el Post-Rock con una banda llamada Windsor For The Derby:
Ahora llevo un tiempo que me ha dado por escuchar grupos enmarcados en lo que se llama Shoegaze y Post-Rock... ¿Os habéis fijado en el nombre de esta etiqueta musical? Post-Rock... Al mencionar o manejar esta etiqueta es como aceptar que el Rock murió, desapareció y luego en su lugar surgió esto otro... Es muy raro, pero bueno, es un convencionalismo más con el que nos podemos hacer una vaga idea de lo que hace tal o cual grupo de Post-Rock y yo no me meto en esas cosas.
Aún así, por lo poco que he escuchado todavía, he apreciado que aunque cada banda esté inscrita bajo este cartel luego a la hora de la verdad resulta que cada una es de su padre y de su madre, y que tiene una propuesta musical distinta que ofrecernos, afortunadamente.
Pues como iba diciendo, hace un par de semanas me llegó el envío de música mensual y me puse el primer disco que abrí. Una portada rosa con un pajarillo muerto patas arriba y un título en blanco: 'We Fight ´Till Dead'. Todo pintaba bien hasta que me topé con ese chasco que no te esperas que te ocurra a ti: la carpetilla estaba pegada con pegamento a una tarjeta de publicidad de la discográfica Houston Party Records. Chungo… me da que tras esto va a pasar un largo tiempo hasta que vuelva a comprar por correo. Llamadme raro.
Pese a esta cagada, no me desanimé y puse el disco en el reproductor. Como ya he señalado más arriba, de Post-Rock no entiendo ni papa, pero al ir pasando los segundos me di cuenta que al final no me iba a arrepentir.
El grupo en cuestión es Windsor For The Derby. Un grupo de tejanos, pero de los modernos, de esos que se atrevieron a dar un paso adelante y dejar atrás el típico y tradicional Blues-Rock que sus padres tocaban y escuchaban para adentrarse en otros territorios más inhóspitos, exóticos y alejados del Oeste Americano.
Por lo que me he estado informando, esta gente lleva desde mediados de los 90 dando conciertos con bastante aceptación entre el público especializado o gustoso de este estilo y haciendo discos para todas las discográficas que se decidan a tenerlos consigo.
El resultado final tras la escucha de este disco del 2004 es altamente positivo y me ha enganchado y motivado a seguir buscando e indagando entre el Post-Rock, aunque si alguien tiene proposiciones y recomendaciones que hacerme ya saben que aquí estamos dispuestos a anotar todo lo que se nos diga.
Lo que más me ha sorprendido de esta banda son las múltiples facetas y rostros que pueden mostrar y desempeñar en un mismo disco. Es decir, la capacidad que poseen para modificar su sonido, para moldear y cambiar los ambientes que generan con sus canciones y llevarte de un lado a otro sin apenas darte cuenta con una fluidez tan natural y un conocimiento tan profundo de lo que hay que hacer que me han resultado muy atractivos, y es que…
…Por un lado pueden sonar maquinales y fríos como témpanos de hielo, con unas guitarras cortantes, ásperas, y con una sección rítmica que actúa de forma tan reiterativa, exacta y matemática que recuerda a bandas icono de esta movida como Joy Division (he de decir que estos los estoy empezando a tratar y es que son la leche) y a referentes mucho anteriores procedentes tanto del Krautrock setentero tipo Can como de la electrónica primitiva de Kraftwerk. Un ejemplo de este lado oscuro de WFTD que os estoy contando es una de mis canciones favoritas del álbum, "For People Unknown":
Pero es que ahí no se queda la cosa, porque en el siguiente corte es que pueden dejar de lado esa faceta impasible y abrasiva para mostrar entonces un lado más sentimental, agradable y humano (incluso en algún corte destilan ese sentir hogareño que tenían y tienen los buenos de REM).
Como no podía cerrar esta breve descripción de mi encuentro con Windsor For The Derby con una simple canción, pues ahí que va otro tema, pero esta vez en su faceta más emocional, cordial y acogedora, "Black Coats":