Es
evidente aquello que dice que el hábito no hace al monje porque de ser así,
ayer noche nos tendríamos que haber aburrido tremendamente con The Youth y sus
baladas neorrománticas...
Como si
se hubieran estado emperifollando para una boda, estos cuatro chicos daneses
espoleados por esa curiosa mezcla entre
Bastian Schweinsteiger, Woody Harrelson, Eric Burdon y el Michael Douglas de
'Un Día De Furia' que es su cantante y guitarrista rítmico Lasse Tarp (sí, tengo mucha imaginación señores) se
presentaron sobre el escenario con toda la tranquilidad del mundo, con la
actitud de no haber roto un plato en su puñetera vida... ¡Nos engañaron!
En el
primer asalto nos soltaron sin miramiento alguno un zurriagazo de R'n'B tenso y
vivificante gracias a temones como "Fancy You" o "Your
Love". Ambos, temas incluidos de forma conjunta en su sencillo de debut
allá en el lejano lejanísimo año del 2013... Porque esa es otra: la banda es
insultantemente joven y en lugar de titubear están dando sus pasitos de
consolidación. En su haber, dos singles y un primer y recién LP titulado
'Nothin But... The Youth' que se están convirtiendo por derecho propio en firme
sustento de una carrera que promete muchísimo.
Si
tiramos de referentes musicales para que las personitas que no pudieron ver a The
Youth sepan de qué van, lo primero que se me aparece en la mente es el
nombre de esos Kinks tan crudos y directos de los primeros discos, con un Dave
Davies (en nuestro caso Jesper Agerbæk) que guitarra en mano se encargaba de
aguijonear a todo el mundo que se le ponía por delante; de esos Animals dueños
de ritmos salidos de las entrañas con Chas Chandler (o su actual mensajero en
la tierra David Peter Jørgensen); de esos Troggs primitivos, básicos e
incontestables... Todo canela en rama y todo con mucha entraña de por medio, intensidad y fuerza, como es inexcusable en estos sonidos. El virtuosismo (mira que me gusta) lo dejamos para el Rock Progresivo.
La diferencia entre la propuesta de The Youth con otras bandas de este mismo estilo es que no se encarga de hacer ‘revival’ en el sentido de hacer simplemente versiones o reutilizar-triturar-plagiar clásicos, no. The Youth retoma con cariño esencias pretéritas, el espíritu y el sonido de una época y hace el esfuerzo de mostrárnoslo en estos días en que lo inmediato, frío y fácil es lo que impera y manda.
En nuestra mano estaba el reconocerles el trabajo y darlos a valer... Y lo hicimos.
Salvo un brevísimo incidente, todo fluyó con naturalidad y continuidad. Las canciones estaban finamente hiladas, mantenidas en vilo y soportadas gracias al esmero del baterista Sune Christian Thomsen, un tipo muy pulcro y apañado que ni se despeinó ni se le arrugó la chaqueta ni naíta ná durante toda la noche... El orgullo de toda madre, vamos.
Dentro del amplio repertorio que nos ofrecieron estos daneses debemos nombrar unos cuantos temazos con los que nos encontramos frente a frente, de primeras y que nos dejaron un recuerdo muy grato. Entre ellos figuran "Bubblegum" (que es el primer sencillo extraído de su LP), "Girls Like You" (que con la voz raspada de Lasse ganaba aún más en expresividad respecto a la grabación de estudio que estamos escuchando mientras hacemos esta crónica), algún que otro recuerdo pasado con "Don´t Crowd Me" y la elegante y molona "Suede".
Guitarrazos, bajadas del escenario a darlo todo, sudor, movimiento, miradas entre el público con cara de incredulidad, asombro y pasmo... ¡The Youth!
Tras las
últimas notas del concierto nos fuimos Daniel Fernández y servidor a hablar un
rato con los componentes de la banda (bueno, la verdad es que yo hablaba menos
porque soy más de escuchar) y la proximidad que nos habían hecho sentir desde
el escenario se mantuvo poco después a pie de barra. En conclusión, The Youth
reúne a unos chicos que se sienten sorprendidos del recibimiento que ha tenido
su música, que disfrutan haciendo que el público mueva el trasero... ¡Vamos,
que lo único malo que puedo señalar es que beben Budweiser!
A la
vuelta, estuvimos hablando sobre lo vivido hace unos minutos, sobre qué es lo
que decían cuando hablaban entre ellos en danés, lo caro que resulta ser mod hoy día y pensando cómo hacer lo de la
crónica... En fin, que no sé qué os parecerá el resultado, sólo puedo decir que el
disquito suena a Gloria.
¡Hasta otra!