domingo, 30 de noviembre de 2014

Paul Collins - 'Feel The Noise':


Power-Pop: Nombre que define la unión perfecta entre las dulces melodías del Pop y la urgente pegada del Rock.

Paul Collins: Pionero en los 70 de este mundillo musical cuando militaba en The Nerves y The Beat. El autoproclamado 'Rey del Power-Pop'. Y nadie le niega la mayor. Por algo será.

'Feel The Noise': Penúltimo trabajo (siempre querremos más) de Mr. Collins. Publicado bajo la discográfica especializada Alive Naturalsound Records este mismo 2014 y que nos presenta con sus doce cortes un amplio catálogo de estribillos perfectos y guitarras enérgicas. 

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Escuchando el disco tranquilamente, canción tras canción y a poquitos, podemos llegar a la conclusión que este trabajo posee dos planos o niveles que parecen esperar pacientemente a que termine "Feel The Noise", que es la pieza que abre el disco y que emociona por su sonido a clásico y a su apabullante sencillez. 

Como decíamos, hay como dos mundos (traducidos también en velocidades) en este LP: el primero es el mundo propio de la juventud. Ése del que emana toda la fuerza de la vida. Es aquí donde el desenfreno 'yeyé', la tensión sexual-vital y la contundencia garajera se pueden percibir en todo su esplendor gracias a canciones como "Don´t Know How To Treat A Lady", "Little Suzy" y "Baby I´m In Love With You".

Pero no podemos obviar que aunque en la portada se ve a un Paul Collins luciendo pelazo los años no pasan en balde y que guste o no (pues lo juvenil, rebelde e indomable vende mucho) nos encontramos ante un álbum de absoluta madurez. Así pues, el otro mundo que aparece reflejado en este disco es de la calma y la serenidad. Y no pasa ni media, de verdad. Si no me creen, prueben a bailar un 'agarrao' con "With A Girl Like You" y ya me cuentan después.

Mención aparte merece la versión que se ha marcado el bueno de Paul de "Reach Out I´ll Be There", tema inmortal de los Four Tops y de la Motown que sigue conmoviendo toque quien lo toque. Aunque David Civera se lo propusiera, se me pondrían los pelos como escarpias... Fijo.


Dicho ya todo, creo que llegó el momento de matizar un poquito las luces de la sala, acercarte a la chica de tus sueños, quitarte los miedos y atreverte con un mágico y determinante golpe de cadera con cadera mientras suena de fondo una señora balada de las de toda la vida titulada "Walk Away"... ¿Es o no es?

jueves, 27 de noviembre de 2014

OMERTA - 'Inertial Inception': Como un fostión con la mano bien abierta y totalmente desprevenido.

Esa es más o menos la sensación que te entra por las orejas la primera vez que pulsas al play en tu equipo de música y suena por todo lo alto 'Inertial Inception', el primer larga duración de OMERTA, una formación de jóvenes abanderados del Metal Moderno procedentes de Alcalá de Henares.

Acuarela del vocalista de OMERTA dándolo todo.

No te preocupes si las paredes de tu habitación tiemblan con las sacudidas guitarreras del sultán Santi Elipe y de Daniel Corregidor en "Nightmare", si la pulsación se te acelera propulsada por los ritmos de "Let It Burn" cortesía de David Ontanaya (baterista) y Juan Francisco Mondéjar (bajo) o si notas como la testosterona te sube a niveles altamente... Pues eso, a nivel trempante, con la poderosa voz de Roberto 'Iron' Galenano en "Break The Line", "Fear", "Ego Biased" o con todos y cada uno de los once cortes que componen este discazo que tengo el placer de estar escuchando mientras escribo esta cálida y cordial misiva.



Por cierto, ya que nos ponemos a contar cosas, mañana viernes 28 de noviembre los chicos de OMERTA estarán presentando como Dios manda este debut (os recuerdo que hay también dos EP´s previos llamados 'Act I' y 'Act II' muymuymuy recomendables) en la sala madrileña We Rock junto a los también madrileños Lake Side Project (Metal Progresivo) y Cardinal (Metal).


¡Ah! Las puertas se abren a las 20:00 y son 6€ de nada. Yo no me lo perdería, pero el dentista me espera... Y no es coña. Palabrita.

Collage. Dios bendiga a Hipgnosis:


lunes, 24 de noviembre de 2014

“…Y de repente apareces tú...” - Circodelia - Máquinas Románticas - Vol.3 Y Final:

¡Y es que a la tercera va la vencida! Estaba escrito en el firmamento, en los posos de café, en los higadillos de un pobre corderito... 2006 era el año de la completa emancipación, de la liberación absoluta y también el año en que había que dar la cara, ese paso adelante tan necesario. Ahora o nunca.


En la pequeña biografía que va acompañando y detallando su trabajo en Bandcamp, nuestros músicos nos hacen llegar sus sensaciones sobre esta nueva etapa que se les venía encima. Así pues, hablan de este ‘Máquinas Románticas’ como El disco del placer absoluto”. Casi nada. Y es que no es para menos. Desde su segundo álbum hasta ahora habían pasado unos cuatro años de aprendizaje a hostias y ninguneos. Es aquí cuando ya bien escaldados de experiencias anteriores se atrevieron y se plantaron en las oficinas de su nueva compañía para pedir el dinero suficiente con el que poder alquilar un estudio en pleno centro de la ciudad donde poder ensayar tranquilamente durante dos meses y preparar material nuevo ¿Parecen muchas pretensiones para unos músicos? Yo no lo creo. En absoluto.

Siguiendo el pequeño resumen de este período vital de Circodelia, nos cuentan que en este tiempo transcurrido aprendieron también a rodearse de amigos, a quitarse presiones y a centrarse sólo en divertirse y disfrutar de la creación. Para ello, no dudaron en desprenderse de “productores estrella y managers cazurros” (¿tal vez un palito al señor Stivel?) y jugar y jugar sin parar con sus instrumentos.

Pablo Parser, la otra cabeza pensante de la banda junto a Víctor Pérez, asumió en este caso la faceta de controlador todopoderoso (guitarras, Hammond, teclados, pianos, sintetizadores, programaciones, coros y por primera vez, productor del disco). Me da la sensación que el hecho de que no hubiera un ente extraño rondando entre los músicos (es decir, un productor) hizo que éstos a su vez se encontraran como más sueltos y cómodos, que pudieran dar de sí lo que no pudieron con la presión antes comentada. Es escuchar las cuerdas de Marcos Iñíguez, el bajo de Miguel Hinojosas y la batería de Javier Planelles y compararlas con sus trabajos para darte cuenta que ahora todo fluye con una profundidad, naturalidad y elegancia fuera de toda duda. Como sin tensión. Y es que, como ellos mismos aseguran “como en casa con la familia en ningún lado”.

Para no perder la tradición, el CD se dejaba abrir con la canción que daba nombre al disco ¿o más bien al contrario?: “Máquinas Románticas”. Un pepinazo de baterías como guantazos marca Javi Planelles, tecladitos powerpoperos y unas letras interesantes en las que Víctor convierte un relato de encuentro amoroso de los suyos en algo parecido a un relato de ciencia ficción de esos de Isaac Asimov donde los robots, los chips y demás cacharrería se confunde con lo orgánico, lo cálido… Ya me entienden.



Con “We Love You” rinden pleitesía a todas las personas que estuvieron a su lado tanto en los buenos como en los malos momentos. Un amor, una fidelidad, un cariño y una paciencia que cobra forma de canción de dos caras que se van alternando, solapando y encontrando. Una parece ser digna heredera del delicado  Pop Barroco de los 60 y otra es acerada y robusta… El contraste como delicia.

Que este disco está plagado de canciones que podían ser sin ningún problema singles es una idea que no me la quita nadie. “Monstruo Perfecto” es el ejemplo perfecto. Estribillos de esos que te obligan a coger un Boli en plan micro y ponerte a cantar, esa tensión instrumental que te mantiene en vilo, letras de contenido histórico…

Tiempos de arrepentimiento y desesperación se dejan asomar por entre los párrafos del medio tiempo “No Recuerdo En Qué Cajón”. De arrepentimiento de ese que es casi una confesión liberadora y de desesperación que atenaza a uno y no lo suelta jamás. Porque todos tenemos nuestro corazoncito, vamos.

“…Y aunque le vendí las noches al diablo y le compré las mañanas al Señor…” Son de esas letras por la que bien vale la pena hacerse con este y con los demás discos de Circodelia. Con “Vamos A Ir Al Infierno De Cabeza” estos señores nos llevan con la música de la mano a un saloon del salvaje y lejano oeste. Hay jugadores de cartas, tramperos, zarzaparrilla, bourbon y chicas graciosas…


Con este tercer trabajo ya no hay estilos o influencias tan palpables o evidentes. Parece como si Circodelia hubiera podido por fin destilar su propio sonido. “Orgullosamente”, “Mareando La Perdíz”, “Ámame Y Muere” u “Occidente”, que es con la que cierran el chiringo, se parecen entre sí tanto como un huevo a una castaña… Y eso es algo tan bonito y tan de agradecer en este mundo tan homogéneo…´


Con la publicación de este disco perdimos la pista a Circodelia. En la página de Wikipedia sobre ellos se dice que “en la actualidad el grupo no tiene oficina de management, mientras tanto tocan habitualmente por locales de Madrid, en especial en el Honky Tonk de Madrid, siendo unos habituales del local…” Y poco más.



Epílogo:

Poco más tarde, mientras me encontraba hurgando en Internet para obtener más información sobre la banda y completar huecos pude dar con Vergara, un breve proyecto musical que contaba con varios músicos procedentes de bandas madrileñas como La Loca María, Los Guapos y Ochovisones y con nuestros ya amigos Víctor Pérez y Pablo Parser. En 2011-12 publicaron un EP de tres canciones compuestas por la pareja en su época de Circodelia. Las letras se habían vuelto más descarnadas y duras, sin ese lado lúdico y despreocupado de anteriores entregas; y la música ahora era sofisticada y depurada… Un hallazgo.

PD: Desde aquí, mis más sinceras felicitaciones y agradecimientos a la persona que se deshizo de estos tres discos de Circodelia y los llevó a una tienda de discos de segunda mano en Alcalá, gracias de veras.

viernes, 21 de noviembre de 2014

“…Y a la hora de elegir no me voy a equivocar. Nunca más…” – Circodelia – Lo Trágico Es Magnético – Vol.2:

Llegó el 2003. Año perfecto para que la gente de Circodelia confirmarse con su segundo disco (ése que es siempre tan puñetero y que se les suele atragantar a los artistas) como una banda a tener en cuenta dentro del panorama musical nacional.


Como bien nos explicaban en su propio Bandcamp, los kilómetros en la carretera, las horas de ensayos y de conciertos sirvieron para que la banda se expandiera hacia nuevos ámbitos sonoros. En ese pequeño intervalo de un año el Rock And Roll americano clásico y el Bowie de purpurina fueron dando paso de forma natural a lo que se estaba cociendo en las islas británicas: La escena Madchester con los Stone Roses (con la mordacidad de "Les Queremos"), la agitación Supergrass (la orgullosamente autoreivindicativa "Circodelia")... Unas piruetas aún más complicadas que las anteriores. Y curiosamente, todo llegó a buen puerto. Aunque las apuestas fueran en contra.

Todavía bajo el contrato de Pep´s Records, Circodelia se encontró con recortes de tiempo en el estudio, poco interés por la difusión del trabajo y, para más INRI, un inesperado cambio en la formación (Juan Velázquez le cedió las baquetas al baterista de estudio Ezequiel Navas) pero aunque parezca increíble, las ganas de estos chicos podían con todo. Así es como pese a las adversidades, hicieron todo lo posible para rodearse de artistazos como Carlos Raya o Momo Cortés. Sin olvidar el trabajo de Pedro Rodríguez en la producción musical, que supo administrar un tremendo despliegue instrumental que hacía palidecer lo hecho anteriormente en el debut de la banda: trompetas, trombones, saxos, sintetizadores, pianos, órganos, wurlitzer, clavinet, congas... ¡Y hasta un ukelele cuando todavía no estaban de moda y todo!

El apartado lírico, responsabilidad casi en exclusiva de Víctor Pérez, iba desprendiéndose de ese halo adolescente para aumentar en madurez y seriedad. Prueba de ello son "Ojos Mágicos, Corazón Mecánico" (con ese guiño a mis idolatrados Yes), "Voy A Raptar A Sara" (de corte Country y con pedal steel cortesía de Raya), "Arma Oculta" (que es de lejos mi canción favorita del álbum, muy bien compuesta y con un final logradísimo a base de esa sección de vientos que se montaron), "Peter Pan" (con otro guiñito a los siempre necesarios Deep Purple) o "El Mundo Vuelve A Girar".

Una de las características de Circodelia como banda es esa dualidad que se manifestaba de la siguiente manera: todos asumimos que sabían construir y crear temas propios de calidad como "Lo Trágico Es Magnético" o “Extraño En Ti” (ese estribillo matador), pero lo curioso es que tampoco dudaban en rendir tributo y reconocer sus influencias sin tapujos y miedos como en "Escuela De Calor" de Radio Futura. Una dualidad y un gusto por hacer versiones que es posible que hiciera mella en su estatus... No sé, son cosas que pienso.


Si pareciera poco el número de canciones que hemos mencionado a lo largo de la entrada, resulta que entre los doce cortes que presentaba este disco todavía podemos encontrar unos cuantos temas verdaderamente meritorios por las buenas vibraciones que lograban transmitir con ellas. De esas canciones molonas y adictivas que te hacen ponértelas en bucle y que vienen que ni pintadas para ponerlas a todo volumen mientras nos arreglamos y guapeamos para salir el fin de semana... "Vino Y Flores" y "Somos Gente Moderna" son esos temazos.




Vamos a acabar de la misma manera que la hemos empezado. Llegó el 2003. La hora de sacar fuera todo lo que se habían guardado para sí, de disfrutar de la presencia de Javier Planelles (mejor batería de Rock And Roll 2003 según la “Rock Music Magazine” y que poco después pasaría a formar parte de Eldorado), de los conciertos noche sí y noche también y sin casi darnos cuenta, en 2005, finalizó el contrato con Pep´s Records. Casi que mejor ¿No?

Peeeeero como las buenas historias no deben tener final triste ocurrió que Tool Music, una discográfica madrileña estuvo al quite a la hora de ficharlos y ahora sí, con paz y tranquilidad, los instrumentos empezaron a sonar en el estudio... Pero esa es una historia que aclararemos en su debido momento.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

"Hay chicas que son todo amor..." - La Pequeña Gran Historia De Circodelia - Las Chicas De Las Canciones - Vol.1:


Todo el mundo flipa con Jagger y sus arrítmicos movimientos de cadera, con la rara pegada de Charlie Watts, y con el encanto alienígena de Bowie, eso es así. Como que sobre nosotros está el cielo. Todo el mundo te dirá que no hay mejor música que la de estas figuras históricas y todo el mundo te volverá a contar que son lo mejor de la vida pero... ¡Ay! ¡Ay como oses formar una banda deudora de Sus Satánicas Majestades y de El Delgado Duque Blanco! ¡Ay!

Y es que por un lado es entendible: los grandes son grandes por algo y el listón está altísimo, claro. Pero por otro resulta positivo que una banda joven decida incorporar o hacer suyos patrones sonoros de tamaño calibre. Esta actitud indica por un lado, que tienen un muy buen gusto musical y por otro, que son valientes.
Algo que no es poco.

Casos de jóvenes bandas herederas o descendientes de clásicos del Rock las hay a patadas, todas ellas enmarcadas en lo meramente revivalístico. Tan ancladas en el pasado, que muchas de ellas se podrían considerar casi bandas tributo pues ni crean ni aportan nada, ni siquiera un acorde personal...  Estériles.  Pues bien, creo que dentro de este mismo saco cayeron de forma injusta nuestros protagonistas de hoy: Circodelia y su música.

A mediados los 90 ya estaban rodando por todas las salas de Madrid y por todos los certámenes musicales que hubiera delante de sus morros, pero tal y como estaban las cosas por aquella época en la que no había crowfunding ni nada de nada, hubo que esperar hasta el año 2002 para ver el primer paso discográfico de Circodelia bajo el auspicio de Pep´s Records, una compañía a mi parecer con muchos claroscuros en cuanto a la línea general de las bandas que contrataban: Los Caños, Malú, Melocos y unos cuantos triunfitos... Tela. 

Bueno, cuestión de gustos supongo, no seamos intransigentes… Pero esta trayectoria no disimulaba un hecho muy importante: la compañía en cuestión contaba con bastantes medios a su alcance, con lo que la difusión y la calidad de la música que pudieran tener en mente los chicos de Circodelia (ya con lentejuelas y una ligera capa de maquillaje encima) estaban aseguradas. Prueba de ello es que para su debut dispusieron del celebérrimo ex-Tequila Alejo Stivel como productor musical, que aunque también tiene una trayectoria con sus más y sus menos, no cabe duda que es un hombre que de tocar mesas de sonido sabrá un rato largo.

Planteadas y puestas todas estas cuestiones previas vayamos a lo que más nos importa: la música. Bien, pese a ese débil equilibrio entre los dictados Pop del productor y la deriva de Pablo Parser (guitarra) y Víctor Pérez (voz) hacia posturas musicales más serias, hay que decir que el álbum en general se inclina a favor de los intereses de la banda. Hay una ligera pátina comercial sí, pero lo que rezuma en general es Rock And Roll por los cuatro costados. De ese Rock And Roll en el sentido más clásico que encierra todos los valores en sus tres palabras: juventud, energía, chulería, vitalidad, rapidez, potencia, desenfreno, locura…

Un disco que entre dejes clásicos y glamourosos procedentes de más allá de nuestras fronteras (esa versión a su manera del “Rebel Rebel”), también hacía suyos el descaro subidito de los Tequila en “Rocco” y “Buena Suciedad” (que contaba con la armónica del maestro Ñaco Goñi) y la actitud castiza de los Burning en “Whisky Con…”. Es decir, elementos de esa vieja escuela del Rocanrrol español tan rica en registros que lo mismo te mostraban la ácida lujuria misma a base de estacazos en "Rubia Y Pendenciera”, como te retrataban escenas nocturnas de un Madrid con trazos lánguidos y pausados como en “¿Es Mi Cuerpo Atractivo Para Ti?” (de las mejores composiciones del álbum) o “Reina Ideal”. Todas ellas canciones perfectas para ponerse de vuelta a casa tras una de esas noches de fiesta truncada que todos, en algún momento de nuestra vida, hemos tenido que sufrir.



Aquél mismo año los chicos de Circodelia colocaron el sencillo que daba nombre al disco “Las Chicas De Las Canciones” en una situación bastante respetable, realizaron una gira que incluía la nada desdeñable cifra de 80 bolos por todo el país y se pusieron a tramar su segundo asalto… Pero esa es una historia que aclararemos en su debido momento.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

GUADALQUIVIR - 1978:


El casamiento a huídas entre un gitano solemne y una yanqui de cabellos dorados, un paseo por el Generalife, la moderna vida tradicional, las frescas mañanitas en un patio andaluz ataviado de rojos geranios y las cálidas noches en un humeante club de Jazz, palos eléctricos, aires de marisma y de ciudad grande, el juramento de amor eterno a una guitarra...

GUADALQUIVIR.

martes, 11 de noviembre de 2014

lunes, 10 de noviembre de 2014

viernes, 7 de noviembre de 2014

Peores Portadas Especial Música Para Planchar Y Lavar:

Normalmente este espacio suele ser un poco especialito, pero ya lo de hoy es que es para mear y no echar gota: a continuación os vamos a presentar una peculiar y deprimente recopilación de portadas de álbumes dedicados íntegra y exclusivamente a acompañar con su música a las mujeres de todo el mundo en la tediosa tarea de lavar, planchar y limpiar el hogar. Sí, como lo oyen. Parece ser que mirando las cubiertas de estos discos, es sólo la mujer la que se debe encargar de estas labores... Muy triste todo ¿No os parece?

Si en las portadas que vais a ver debajo apareciera un señor dándole a la fregona ya os digo yo que no estaría escribiendo esto entre indignado y apesadumbrado pero en fin, que no nos queda otra cosa que hacer esta entrada con un fin lúdico (porque en esta vida hay que sonreir) y reivindicativo (aquí en las tareas del hogar tenemos que arrimar el hombro todos) y rezar porque no se vuelvan a repetir a lo largo de la historia discográfica:



A falta de un disco, ahí tienen dos. Editado por la antaño prestigiosa Parlophone en Reino Unido, este actual recopilatorio de diseño discreto y aparentemente inofensivo incluye temas de Don McLean, Mc Hammer, KT Tunstall, Dolly Parton, Hot Chocolate, Lily Allen... Es decir, una auténtico sinsentido. 


El título de este disco lo deja bien claro: "her house work", es decir, "las tareas de ella"... Que no os deje engañar lo alegre del dibujo. Bajo esa colorida máscara se encuentra algo muy chungo amigos.


Por la estética de la cubierta, podemos adivinar que nos encontramos ante una joyita de los 60. Una época en la que las mujeres se lo pasaban fetén cosiendoplanchandofregandoyencerradasencasa... ¡Ya no hay amas de casa como las de antes! ¿O todavía sí?

El responsable de semejante tropelía es el sexteto de Jack Emblow, un acordeonista inglés de dilatada carrera musical pero del que no me apetece hablar mucho más, la verdad sea dicha.



Ración doble de nuevopor si no teníais suficiente, con ¿la Sinfonietta Di Milano? acompañando con su música la jornada de 24 horas de nuestras madres y abuelas.


Aquí la buena de Blancanieves se salva porque todos sus amiguitos la echan una mano, que de lo contrario ya veríamos la reacción de los Siete Enanitos al llegar a casa tras su dura jornada en la mina...

Las películas de Walt Disney siempre han tenido un lado un poco raro y la de aquí no iba a ser la excepción.


Si creíamos que este tipo de recopilatorio era exclusivo del mundo anglosajón estamos muy pero que muy equivocados. También se dan unos cuantos casos en el ámbito latinoamericano y no sé si español, porque no lo he podido constatar aunque no me extrañaría. Vean entonces esta monstruosidad y díganme si volverán a ver a Carlos Vives (lo digo porque el pobre es el único cantante que sé que hace vallenato) con los mismos ojos.


Y ya me despido por hoy con un temita instrumental perteneciente a este último disco para lavar y planchar editado por Epic Records no sé cuándo y grabado por The Somerset Strings, que al igual que con la Sinfonietta Di Milano, no los conozco ni quiero. A veces, me gusta pensar que la música no tiene dueño, que no tiene mensaje... Y que no tiene la culpa de que algunos capullos con corbata ensucien tan noble arte. Disfruten y ya saben: ¡no me pisen los fregaos!