viernes, 30 de septiembre de 2016

St. Paul And The Broken Bones. El conocerles, el concierto, el todo:


Surcando los mares de Youtube en busca de sonidos bonitos con los que camelarme a mi señora y deleitarme un poco las orejas me dí de bruces con un chico blanco así como fuertecito, con gafas y cara de bonachón que tenía pinta de haber recibido muchas collejas en el colegio y que cantaba como todos los negros del mundo. Probé una canción, otra y luego otra más. Bien bien. En estudio suena muy bien. Pero como estamos ya muy picardeaos y no nos fiamos ya ni de nuestro padre, pusimos en la barra del buscador la palabra maldita, la que viene a ser algo así como el frotis del CSI, el olfato de una madre y la prueba del algodón en el mundo de la música: live.

Y ahí es que ahí estos mozalbetes de Alabama hasta se superan en esto del Soul Clásico. El miércoles 27 de julio de 2016, Paul Janeway y compañía hicieron volar por los aires el techo del Teatro Barceló de Madrid. La excusa de todo ese pifostio era presentar un segundo disco del que no conocía nada. ¡Y lo mejor de todo es que no hizo falta! Ya que puedo poner la mano en el pecho y decir que fue, es y será uno de los mejores conciertos a los que he tenido la suerte de asistir. Acompañado por mi Euterpe particular, temas como "Sugar Dyed", "Don´t Mean A Thing""Like A Mighty River" y "Call Me" sonaron más vibrantes, enérgicos, sensuales, elegantes y encantadores que nunca.

Pese a toda esta exaltación, también he de señalar que lo mejor de la banda está afortunadamente aún por llegar. Cuando St. Paul madure más (es joven y no cabe duda que lo hará) y relaje la raja un poco, el repertorio de la banda dejará de ser tan explosivo e histriónico para pasar a ser tan profundo y rico en matices como lo puede ser por ejemplo un buen vermucito a mediodía. ¿Ustedes que opinan?

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Música de Polonia Vol. 5 y final: David Bowie y 'The Thin White Duke Live':


Desde siempre he sido una persona que vincula todo, absolutamente todo, a la música: El amor (un segundo de Paul Collins cambió mi vida), las amistades (hay encuentros que bien merecen una canción), los buenos momentos (el saber que aprobé la última nota de la carrera siempre irá ligada al subidón inicial del "I´d Run Away" de The Jayhawks), los malos (discos que lo siento por ellos pero no volveré a escuchar jamás), los olores (el del aire fresco de las mañanas de primavera me obliga a poner entera la discografía de Triana), los colores (no sé, pero el gris del invierno siempre llamará a mi puerta con Bill Evans) y los lugares...

En este caso, con nuestro viaje se dio una conexión con la música de David Bowie. No fueron ni una ni dos ni tres que coincidimos en la travesía por Polonia con el genio de Brixton: La primera vez tuvo lugar estando aún en el aeropuerto Berlín-Schönefeld, cuando cuando pasamos por una tienda en la que estaba sonando "Under Pressure". Buen augurio. 

La segunda ocasión fue paseando por Varsovia. Recorrer las calles por lo poco que queda del antiguo gueto o los pasillos del Museo del Levantamiento y sentir dentro de los huesos cómo fluían los sintetizadores de "Warszawa" fue toda una experiencia. 

No hay dos sin tres. En un Alkohole 24h de Cracovia (no pregunten qué hacíamos ahí) entró un señor que llevaba puesto en su móvil para el disfrute de todo el mundo el "Heroes"... ¿Casualidades? Pues no creo.

Ya el culmen vino cuando disfrutando del ambiente de la Plaza Mayor de Cracovia y rebuscando en la tienda de discos de barato que mencioné en la anterior entrada dedicada a Kroke nos encontramos además con un disco un tanto piratilla de Bowie titulado 'Thin White Duke Live - Recorded In The USA Between 1972 And 1990'. ¡A la saca! ¡Y qué paciencia la de mi santa esposa!

Escuchado y analizado en casa con tranquilidad únicamente puedo decir que es un discocuriosidadparaadmiradoresycoleccionistasdebowie. Según he visto en alguna que otra página web especializada en el artista. Presenta muy poca información sobre el personal y menos aún sobre los lugares en que se hicieron las tomas. La recopilación de temas muestra una mezcolanza de grabaciones hechas en distintas décadas que de hecho puede descolocar a quien no esté acostumbrado a la mutabilidad estilística de Bowie. La calidad de las mismas, para ser un bootleg, es más que decente y destaca en su repertorio por mostrar un predominio de canciones pertenecientes a su época dorada de los 70 más unas cuantas pinceladas de los 80. Por cierto, ni rastro de creaciones de los 90.

Espectacular la versión anfetamínica de "Scary Monsters", la siempre descarnada "Rock And Roll Suicide", un directo que no había escuchado nunca de "Andy Warhol" y la unión del "Fashion" con el "Let´s Dance" que deja al público asistente loquísimo. O por lo menos a mi me deja así.


Abrazos y gracias por haber estado atentos a esta peculiar y limitada serie de entradas dedicadas a nuestras peripecias por Polonia. Próximamente seguiremos con la línea habitual: arte, pintura, música, cultura... ¡De todo y para todos!

viernes, 16 de septiembre de 2016

Música de Polonia Vol. 4 - Kroke y 'Eden':


Se nos vino la noche encima. Y dejamos que así fuera, pero con el cielo por techo. Paseamos por las calles de Kazimierz. Tras cruzar esa frontera imaginaria que es la línea de tranvía en Józefa Dietla nos esperaban la vieja sinagoga, el cementerio judío, la tenue luz de los restaurantes en Szeroka, ecos de música Klezmer tocada en directo, el elegante chunda-chunda de los bares más in del mundo, la brisa del Vístula... Una sorpresa a cada paso.

A la mañana siguiente había que recorrer de nuevo la plaza mayor de Cracovia, más conocida como Rynek Główny. ¡Señores de Madrid y Salamanca! ¡Qué malas pueden ser las comparaciones entre plazas mayores! 

El estar en esta ciudad y el conocer la obra de una pedazo de banda local como Kroke solamente podía significar una cosa: No debía perder la ocasión de buscar por las tiendas algún disquito de esta gente. En la ya mencionada Empik nada, en las tiendas musicales del centro tampoco... De Clásica y Disco-Polo lo que quieras, pero nada a la vista de mis largamente admirados Kroke. Nada. Nada hasta que mi querida mujer me animó a preguntar en un puesto de discos de barato en la mismísima plaza. Fue ahí cuando, entre polaco e inglés, conseguimos dar con 'Eden' (Oriente Musik-1997). Seguramente uno de los billetes de 10 złoty mejor invertidos de la historia mundial.


Hace ya un porrón de años que hablé por primera vez de Kroke. Corría el 2010 y fue para nuestros Sultanes Del Swing. Buenos tiempos de radio sin duda. Tiempos en los que lo mismo te hablabamos del tíoraro de Tom Waits que de los polaquillos de Kroke, una de las bandas que más me ha interesado desde siempre en ese evidentemente inabarcable género llamado Músicas del Mundo.

Si hacemos caso a las indicaciones del sabio Trecet y del libreto del disco en cuestión escrito por un tal Daniel Gerson, Kroke se formó en 1992 en Cracovia (ciudad de la que proviene el nombre de la banda en yiddish) por tres amigos que se graduaron en la prestigiosa Academia de la Música de Cracovia: Tomasz Lato al contrabajo, Tomasz Kukurba a la viola, violín, voz y percusión, y Jerzy Bawol al acordeón.  Enamorados de la MÚSICA en mayúsculas, estos tres compañeros y artistas nos muestran una propuesta realmente renovadora dentro del panorama de la música Klezmer, pues han logrado integrar a este repertorio tradicional composiciones propias originales, arreglos procedentes de la música Clásica (no olvidemos su formación académica), así como aplicar ciertos elementos provenientes de las Vanguardias y del Jazz con las experimentaciones, improvisaciones e incluso una apertura de miras a veces inimaginable en esto de las músicas tradicionales, (el Folk, a veces tiende a pecar de autenticidad y de mirarse muymucho el ombligo) logrando una comunicación musical que rompe todas las fronteras habidas y por haber. Sin ir más lejos, recordamos brevemente las colaboraciones de Kroke con los ingleses Peter Gabriel y Nigel Kennedy, las noruegas Tindra o los burgaleses Fetén Fetén.

"The Night In The Garden Of Eden", "The Secrets Of The Life Tree"... Todas. Las 10 piezas que contiene 'Eden' son resultado de duro trabajo musical y de estudio de la tradición y filosofía de la cultura judía. Y también reflejo de una dignidad inamovible, de los sufrimientos del pasado y de la esperanza y confianza puesta en el hombre actual... Ahora, disfrutemos y miremos hacia delante:

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Música de Polonia Vol. 3 - Breakout y 'Oni Zaraz Przyjdą Tu':


Tiendas Empik en Varsovia. Mediodía. Taquicardias que me daban ante las estanterías de música polaca de los años 70. ¡Qué nervios y qué cantidad de bandas desconocidas, sugerentes y tentadoras!

Aproximadamente una hora después salimos de ahí mi querida mujer y yo con un montonazo de recuerdos y un buen puñado de referencias musicales. Una de ellas es esta que tenemos entre manos y que estamos escuchando mientras escribimos: Breakout y su recopilatorio 'Oni Zaraz Przyjdą Tu' perteneciente a la serie Złota kolekcja que Pomaton/Warner Music dedica a los artistas más ilustres del país. Una colección de oro para una banda de oro.

Breakout, al igual que ocurre con las anteriores bandas de las que os he hablado, es una institución en lo suyo. Si Budka Suflera lo eran en el Rock y TSA en el Heavy-Rock, la gente de Breakout lo fue en el Blues-Rock. Flipantes.

Formados a mediados de los 60 bajo el nombre de Blackout por el guitarrista, cantante y compositor Tadeusz Nalepa en la ciudad de Rzeszów, pronto darían el cante por su talento en esto del Blues a nivel nacional e internacional (hay que hablar de giras por el antiguo Benelux, la URSS e Inglaterra). Tras un primer álbum en 1968 a nombre de Blackout, pasarían a llamarse definitivamente Breakout y a publicar una serie de discos que para el imaginario colectivo de la joven Polonia han quedado guardados como oro en paño: 'Na drugim brzegu tęczy' en el 69, 'Blues' en el 70 o 'Kamienie' en el 74 son alguno de los hitos de esta gente.

Tadeusz y compañía suenan a mucho Blues-Rock del bueno. A los primeros Fleetwood Mac, John Mayall, Savoy Brown, un poquito de Ten Years After... Por ahí van los tiros. En general son Blues lentos y arrastrados con un apartado instrumental (desde la batería hasta la guitarra pasando por el bajo eléctrico, por el saxo, la armónica y, cómo olvidarnos, la otra voz en este caso femenina de Mira Kubasińska) sobresaliente que te agarra las entrañas, arquear las cejas y soltar un sencillo a la par que elocuente ¡guauuuuuuuu!

Gracias a los altavoces de nuestro Ford Fiesta nos acompañaron temas como "Zapraszamy Na Korridę" (una recreación bluesaflamencada que versa sobre una corrida de toros desde el punto de vista aún más folclórico de un polaco), "Kiedy Byłem Małym Chłopcem" o "Rzeka Dzieciństwa" (que tienen ambas un rollazo guapoguapo).



De camino a Wieliczka (una de las minas de sal más grandes, impresionantes y antiguas del mundo que se ha convertido en uno de los puntos turísticos más importantes del país desde que en 1978 fuera inscrita como Patrimonio de la Humanidad) y a Częstochowa (uno de los mayores centros de peregrinación del mundo donde se rinde culto a la Virgen Negra de Częstochowa, uno de los símbolos nacionales) pudimos disfrutar del talento de Nalepa y su gente.

Ahora solamente nos queda que disfrutéis vosotros de la misma forma y manera que lo hicimos nosotros. Ahí os dejamos con uno de los temas que más me ha gustado de este estupendo recopilatorio, "Modlitwa" :


Do zobaczenia!

sábado, 10 de septiembre de 2016

Música de Polonia Vol. 2 - TSA Y 'Live 1982':


No hay viaje sin caminos. Y el nuestro por Polonia no iba a ser una excepción: pistas forestales para llegar a los preciosos lagos de Witnica, carreteritas de pueblo de las de tener que salirte por fuera para que pueda pasar otro coche, tractores al trantrán, caminos de cabras en busca de las cabañas donde venden el auténtico y espectacular queso ahumado oscypek, sendasvericuetos veredasyparedesverticales en los Tatras... Eso en el mundo rural.

En el urbano nos encontramos con una montaña de arena en mitad de una carretera alemana, con antiguos controles fronterizos, con las autopistas de peaje polacas de dos carriles e innumerables obras, con las autovías en las que lo mismo puedes ir a 140 km/h que toparte porque sí con semáforos en rojo y tensos cruces porque en el país aún no manejan eso de los cambios de sentido o dirección a distinto nivel, con los camioneros que adelantan a otros compis de profesión por la izquierda generando interminables atascos... ¡Bufff!

Por otro lado, es justo reconocer que si tienes la mala suerte de que se te cale el coche o quedes empanado cuando ya esté en verde los paisanos del lugar ni te pitarán, ni harán aspavientos obscenos ni se referirán a tu familia. Educación. Mucha. Igual que en Madrid.


Mi recomendación a la hora de ponerse en marcha por las carreteras de Polonia es hacerse con unos cuantos discos cañeros de la tierra. Para ser más concreto, con los de TSA, una de las bandas de Heavy-Rock más carismáticas y queridas del país. Desde finales de los 70 haciendo ruido del bueno.  Sonido clasicote que incita a subir el volumen y pisar a fondo el acelerador. A sus espaldas tienen una legión de seguidores y unos cuantos discos a tener en cuenta: los directos '1981' y '1982' (cuando una banda publica sus directos es que es una buena banda) y los discos de estudio 'TSA' y 'Heavy Metal World'.

Sin más, nos despedimos hasta la siguiente y os dejamos con un par de muestras del saber hacer de TSA, los Barón Rojo de Opole:





¡Que os guste!

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Música de Polonia Vol.1 - Budka Suflera y 'Za Ostatni Grosz':


Contemplar la energía, fuerza y capacidad de superación de la ciudad de Varsovia desde las alturas del Palacio de la Cultura y la Ciencia, pasear por el Parque Łazienki, descansar las piernas frente al monumento a Chopin, zampar de lo lindo en Stare Miasto, quedarse patidifuso contemplando lo que es capaz de hacer el ser humano en el Museo del Levantamiento de Varsovia... Todos esos recuerdos y muchos más quedarán guardados en cada nota de este disco.

Escuchar los primeros compases de "Za Ostatni Grosz" mientras el coche se te queda calado un par de minutos largos en una de las vías más importantes de la ciudad es algo que jamás olvidaré. Ya sea porque me quedé alucinado con la educación de la gente (no me pitó ab-so-lu-ta-men-te nadie) o por el temazo que seguía a continuación "Wszystko To Widział Świat" o por las emotivas guitarras presentes en "Rok Dwóch Żywiołów", lo cierto es que jamásdelosjamases olvidaré ese momento.

En este viaje no he hecho más que empezar a escarbar un poquito sobre la enorme superficie de la música polaca. No soy un entendido ni una luminaria sobre la materia, pero no puedo quedarme callado ante las maravillas que nos hemos encontrado mi mujer y yo durante nuestro periplo en la patria del gran Kowalczyk.


Budka Suflera se puede considerar toda una institución de la música polaca. Naturales de Lublin, esta banda ha estado en activo prácticamente desde 1969 hasta nuestros días. Transgéneros (empezaron dándole al Blues para pasar rápido por la Psicodelia y desembocar en el Rock Progresivo, el Rock a secas, el Pop...) y también Transgeneracionales (le molan a mi querida suegra y a mis primas polacas que son adolescentes) empezaron a darse a conocer con una versión del "Ain´t No Sunshine" de Bill Withers, tituada en la lengua de Mickiewicz como "Sen O Dolinie". A partir de ahí dieron el pelotazo: cambiando disco a disco, experimentando a lo bruto con "Szalony Koń", girando por Centroeuropa, repitiendo éxito bien pasadas un par de décadas con "Takie Tango" (que sonó hasta en los bailes de nuestra boda)... Vamos, una banda con una historia y una discografía a la que prestar mucha atención. 

En 1981 Budka Suflera se encuentra, como todas las bandas mundiales de la época, en una encrucijada de caminos ochenteros. Por un lado está el Rock procedente de los 70, por otro el AOR, la New Wave y el Pop. ¿Y qué creéis que hicieron estos mozalbetes? Pues decidieron, como buenos polacos, tirar por la calle de en medio y grabar un gran disco repletito de canciones memorables y de gancho como "Rock'n'roll Na Dobry Początek", "Kto Zrobił Mi Ten Żart" o el zambombazo hardrockero que sirve para cerrar el álbum por todo lo alto que es "Memu Miastu Na Do Widzenia".

Para finalizar, vamos a dejar que las letras den paso a la música. Aquí os paso el video con el audio del disco 'Za Ostatni Grosz' entero a vuestra disposición. Ya me contaréis qué os parece:

lunes, 5 de septiembre de 2016

Yuji Oniki, su disco 'Tvi' y la desalentadora huida del verano:

Acabadas las ferias y fiestas, regresados traumáticamente de la vacaciones y escuchado el ya tradicional 'Reveal' de R.E.M, le entra a uno por el cuerpecito la sensación de que el verano ha llegado a su nunca deseado fin. Sí, es cierto que el calendario todavía no nos da la razón y que los termómetros aún lucen bien colorados pero es que es lo que siento y como lo siento, lo digo.


De Yuji Oniki ya os hablé hace poco. Un tipo difícil de localizar y describir que tiene en su haber unos cuantos discos de esos bonitosbonitos. Este que tengo entre manos es uno de ellos, titulado 'Tvi' (desconozco el significado) y publicado en 2001 por Future Farmer Recordings. Tras una portada muy de cuento infantil en la que un pobre elefante llora apenado mientras recoge leña con una pata apresada (flipas con la cabeza de algunos) se esconden ni más ni menos que 13 canciones que desprenden unos rayos de sol así finitosyvibrantes que caldean, reconfortan y hacen palpitar con fuerza el corazón del tío más secote del lugar.

Grabado con múltiples músicos de acompañamiento entre Oakland, Cleveland y Tokio, 'Tvi' cuenta con auténticas joyitas de sutil y delicado Pop. La sombra de Stipe y compañía se perciben en temas como "40 Seconds", "Beekeeper", "Reminders"... E incluso un poquito de Nick Drake en "Cinnamon Shops". ¡Esas sí que son buenas influencias!

Personalmente, lo que más me gusta de este artista es la capacidad para unir de forma tan equilibrada momentos tranquilos con momentos enérgicos. Y sobre todo. la emotividad y belleza que transmiten todos y cada uno de sus composiciones. Mis favoritos de este disco son los siguientes, pero no voy a dar la chapa que el calor que todavía entra por la ventana de la habitación no me permite darle a la cabeza y a las teclas como debería. Escuchen y ya me cuentan:




"One Bright Summer Day". Mimásfavorita del disco. Si esta canción no parece transmitir esos perezosos últimos rayitos del verano es que entonces me he vuelto loco y tengo alucinaciones sonoras.




"Between Beds And Clocks". Escuchar este tema es perfecto para retozar y  un poco más entre las sábanas por la mañana... Si se puede.



"I Am A Cat". Miotramásfavorita del disco. Cómo va creciendo la instrumentación, el pianito, la trompeta, el violín... Y hay un gato de por medio. Perfecta.