miércoles, 31 de diciembre de 2014

Mi chache, Lorena y la última entrada del año:


Rubén es mi chache, mi hermano. Lorena es su chica. Ambos se fueron el año pasado a Ibiza no a darse unos bailoteos hedo-nihilistas, sino a ganarse las habichuelas. Como antaño. Y lo han conseguido. Les hemos echado de menos pero ya están en casa. Con la familia.


El próximo 2.015 prometo estar más presente y ser más constante con Du-Dum-Dum, no flaquear a las primeras de cambio, mostrarme aún más como soy, quedarme agustito con cada entrada y rondar más las casas de nuestros amigos blogeros.

Sean buenos.

Servidor de ustedes:


domingo, 28 de diciembre de 2014

viernes, 26 de diciembre de 2014

Keith Richards:


Ahí va un dibujito del viejo Keith 
que he realizado para mi señor padre, 
que es un seguidor de los Rolling Stones 
de toda la vida, y espero que le guste 
un montonazo.

martes, 23 de diciembre de 2014

martes, 16 de diciembre de 2014

Juan Zelada o de cómo poner al mal tiempo buena cara:

Una pequeña y desvencijada silla de madera, un teclado al frente del escenario y música de fondo de esa que hace que tus caderas ardan lenta y deliciosamente -Al Green y esas movidas, ¡ya tú sabes hermano!- fue la escena que me encontré al entrar a la sala Egolive el pasado sábado 13 de diciembre. Una escena con la que uno puede adivinar que se va a encontrar con algo especial. Con algo a sabor clásico.


Lo siento muchísimo, pero ya anticipamos que este Blog no va a ser el sitio donde leer de pe a pa la biografía de nuestro protagonista Juan Zelada, pues para ello tenéis su interesante web personal, pero lo que sí vamos a hacer es mencionar y destacar así de primeras el elevadísimo gusto musical que demuestra tener este tipo. Ya que si entre tus artistas favoritos se encuentran por ejemplo tres blanquitos como Billy Joel, James Taylor, Paul Simon y tres negritos como Ray Charles, Stevie Wonder y Doctor John -¡Ah no, disculpas!- pues como que es un dato que te aporta cierta tranquilidad y seguridad a la hora de decidir guapearte en la medida de lo posible, agarrar la cámara y, paraguas en mano, salir de casa y recorrerte a pata toda la ciudad mientras llueve sólo para ir a verle. Y no pasa ni media, créanme amigos, porque la música de Juan Zelada es de esas que consiguen reconfortarte por dentro y que olvides durante un ratito esa nimia pero a la vez agotadora lluvia que nos llevaba tiñendo de gris las calles durante todo el santo día…


Hablando a las claras, la velada de Juan Zelada fue toda una declaración de intenciones. Una medida y sentida carta de presentación de su obra hasta el momento. A lo largo del recital, intercalados con chupitos de algún brebaje espirituoso, sonaron desde su primer sencillo “Breakfast In Spitalfields” -perteneciente a su debut en 2012 'High Ceilings & Collarbones' -la etapa británica con la prestigiosa Decca- hasta su última propuesta titulada “Dreaming Away” –que estará incluída en su siguiente álbum 'Back On Track' en 2015 con la Muwom de Carlos Jean-, pasando por esos guiños al Soul y al Blues de toda la vida con "Lean On Me*"“Nobody Knows When You´re Down & Out”...

Solamente con escuchar los primeros compases de la noche uno se puede atrever a decir sin ambages que en las manos de Juan Zelada la música negra patria está a buen recaudo. Viva. En sus composiciones propias hay única y exclusivamente Soul-Pop de altos vuelos y de una variedad cromática y estilística inimaginable pues canción a canción se iban abriendo espacios nuevos para el Jazz y el enérgico sonido Nueva Orleans -“Boat Out”- para el R´n´B más honesto -“The Blues Remains”-, para los flirteos Reggae –“What Do I Know”- e incluso para relatos al desnudo –“The Boy With The Television On” y "Foreigner". Es decir, un repasito musical de los de quitarse el sombrero.


Si la capacidad compositiva, interpretativa y la presencia de Zelada quedó fuera de toda duda a las primeras de cambio, de la banda podemos decir otro tanto de lo mismo. Sergio Fernández al bajo de cinco cuerdas, Javier Gómez Pacheco a la batería y Carlos Murillo a las guitarras -y a los teclados un ratejo- dieron el callo en todas y cada una de las canciones con una profesionalidad y unas maneras que tristemente nos abundan por estos lares. Tanto, que pensábamos que la banda era de fuera... Con eso se dice todo. 


Para el recuerdo queda un par de joyitas: “Silent Room” y “Foolish Love”.

La primera consiguió, con su toque intimista y recogido, suavizar y bajar las pulsaciones de la noche. Juan Zelada se echaba al hombro su guitarra acústica para zocatos y daba otro giro de tuerca al repertorio acercándose a las sencillas posturas de Damien Rice o Glen Hansard. Una canción sentida, de esas que tienen silencios que te llenan el alma… La pena es que el público acodado en la barra no cerrara la boca un rato.


La segunda viraba hacia rincones más moviditos y servía para que el notable público lo gozara bailando. La banda se empleaba a fondo y el teclado, tocado con el -no quiero risas- culete, soltaba volutas de órgano Hammond que se desperdigaban por el aire. El ritmo, las guitarras y la energía compacta recordaba mucho a lo que en su día hacían bandas americanas como Grand Funk o los más moderados Doobie Brothers. Vamos, bandas a las que les asustaba una barbaridad  tocar en directo ¿sabes?




Entre temazos, fotos y apuntes la noche se nos pasó volando. A la salida de la sala acabamos totalmente convencidos de una cosa: la propuesta musical de Juan Zelada tendrá su tirón porque hunde sus raíces  en lo auténtico y verdadero para crecer hacia arriba. Prueba de ello es que en pleno siglo XXI, donde lo estético y lo fluorescente predomina por encima de todo, artistas tan dispares pero de corte clásico como Jamie Cullum, Bruno Mars, Mark Ronson o John Legend venden mucho y bien. Afortunados ellos y nosotros. Pero también, y precisamente por los tiempos en que vivimos, no pudimos evitar cierto resquemor o miedo a que la verdadera esencia musical de este artista pueda algún día caer en malas manos y verse enmascarada por clichés sonoros o diluída en un mar de beats electro-comercialoides sin sentido… 

Y es que las cosas buenas hay que mimarlas.


SETLIST:
-Back On Track.
-Work It Out.
-Breakfast In Spitalfields.
-You Fall Behind.
-Start Over.
-The Blues Remain.
-Silent Room.
-What Is It With You?.
-Train To mexico.
-Long Way Round.
-Dreaming Away.
-Foolish Love.
-Foreigner.
-What Do I Know.


-Boat Out.
-Don´t You Hold Me Down.



* Chivatazos del gran Borja Montero.

sábado, 13 de diciembre de 2014

12 meses, 12 cerves...













Y las que se han quedado fuera y las que seguirán...

viernes, 12 de diciembre de 2014

Colores:


martes, 9 de diciembre de 2014

Recetario Musical: Ñoquis de remolacha con salsa de 6 quesos y Dean Martin:

A estas horas se me está abriendo el apetito cosa mala pero no podemos catar nada porque resulta que estamos a plan y el picotear no lleva a nada bueno. Por ello, coincidiendo con estas fechas tan entrañables de la Navidad y tal, vamos a iniciar una nueva aventura gastro-sonora que nos ayude a hacer un poquito más llevaderos los rugidos estomacales hasta que llegue la bendita hora de la comida... ¡Vamos allá con una colorida, entretenida (de esas que dice Karlos Arguiñano que vienen muy bien para que los niños vayan adentrándose en el mundo de la cocina) y rica receta que se llama ñoquis de remolacha con salsa de 6 quesos!

Como la noche aquella que los hicimos no nos dio por echar una foto al plato, aquí os pongo 
una perteneciente a la web Gastronomía Y Cía de la que tomé prestada la receta.


  • Ingredientes (para 4-6 personas):

400g de remolacha cocida.
200g de copos de patata (o puré de patata natural si quieres ir de superguay).
100g de harina (aunque puedes necesitar más).
1 cucharadita de sal.
1 pizca de nuez moscada.
1 pizca de pimienta negra.
1 huevo.
1 brick de nata para cocinar.
1 paquete de quesos rallados de cualquier tipo.


  • Elaboración:
Nos lavamos las manos a conciencia porque no somos unos guarretes, troceamos y trituramos sin contemplaciones con una batidora la remolacha y la llevamos a un cuenco de amasar. Vertemos el batido e incorporamos los copos de patata o el puré. Salpimentamos y añadimos la nuez moscada. Mezclamos muy muy muy bien (y cuando digo que hay que mezclar muy muy muy bien quiero decir que hay que mezclar muy muy muy bien) hasta que los copos de patata se hayan rehidratado lo suficiente como para perder su característico color blanquecino y hacerse uno con la remolacha. Dejamos reposar 10 minutos para asegurar la rehidratación y después añadimos el huevo batido y la harina tamizada a poquitos para no crear pegotes. Volvemos a mezclar muy muy muy bien (no creo que sea necesario que tenga que repetir la razón) hasta crear una masa unida y maleable, que se rompa fácilmente, pero que no se pegue a las manos. El punto exacto será cuando al presionar la masa con la yema de un dedo levemente, esta vuelva a su ser de inmediato. Si véis que la masa es inconsistente, habrá que corregir y seguir añadiendo más patata hasta que adquiera cuerpo. Entonces llegará el momento de espolvorear harina sobre la encimera y el momento en que vuestra madre os suelte eso de "¡pues ya sabes quién lo va a limpiar luego!". Con la masa en la encimera, habrá que amasarla y rodarla hasta hacer unos cilindros o churrillos de un 1´5cm de grosor aproximadamente. Los cortamos en porciones de unos 2cm y damos forma presionándolos con un tenedor. 

Estos ñoquis pueden conservarse un par de días espolvoreados con harina y bien tapados en el frigo, pero lo más aconsejable es poner a hervir una olla con agua, una pìzca de sal y laurel. Cuando el agua rompa a hervir se añaden las piezas de ñoquis, que caerán al fondo de la olla. En un par de minutos, no más, estos ñoquis se habrán hecho e irán subiendo. Los vamos retirando, colando y poniendo en el plato, que serviremos con su correspondiente salsa. En nuestro caso, hemos elegido la salsa de 6 quesos. ¿Por qué? Pues porque la de 4 quesos nos parece que está muy trillada, porque somos muy chulos y porque teníamos más restos de quesos en casa. Punto. Para prepararla, ponemos a cocer a fuego suave un brick de nata de cocinar, salpimentamos y añadimos un surtido variado de quesos: suave, curado, ahumado, mozarella, azul y parmesano, que hemos de remover con paciencia para que se logren fundir todos y cada uno de ellos.Tras esta ardua tarea, ya no nos queda más que echárselo por encima a los ñoquis y disfrutar de lo lindo mientras descorchamos una botella de vino o abrimos una buena cerve y suenan de fondo los villancicos del siempre elegante y carismático Dean Martin.

sábado, 6 de diciembre de 2014

martes, 2 de diciembre de 2014

domingo, 30 de noviembre de 2014

Paul Collins - 'Feel The Noise':


Power-Pop: Nombre que define la unión perfecta entre las dulces melodías del Pop y la urgente pegada del Rock.

Paul Collins: Pionero en los 70 de este mundillo musical cuando militaba en The Nerves y The Beat. El autoproclamado 'Rey del Power-Pop'. Y nadie le niega la mayor. Por algo será.

'Feel The Noise': Penúltimo trabajo (siempre querremos más) de Mr. Collins. Publicado bajo la discográfica especializada Alive Naturalsound Records este mismo 2014 y que nos presenta con sus doce cortes un amplio catálogo de estribillos perfectos y guitarras enérgicas. 

~

Escuchando el disco tranquilamente, canción tras canción y a poquitos, podemos llegar a la conclusión que este trabajo posee dos planos o niveles que parecen esperar pacientemente a que termine "Feel The Noise", que es la pieza que abre el disco y que emociona por su sonido a clásico y a su apabullante sencillez. 

Como decíamos, hay como dos mundos (traducidos también en velocidades) en este LP: el primero es el mundo propio de la juventud. Ése del que emana toda la fuerza de la vida. Es aquí donde el desenfreno 'yeyé', la tensión sexual-vital y la contundencia garajera se pueden percibir en todo su esplendor gracias a canciones como "Don´t Know How To Treat A Lady", "Little Suzy" y "Baby I´m In Love With You".

Pero no podemos obviar que aunque en la portada se ve a un Paul Collins luciendo pelazo los años no pasan en balde y que guste o no (pues lo juvenil, rebelde e indomable vende mucho) nos encontramos ante un álbum de absoluta madurez. Así pues, el otro mundo que aparece reflejado en este disco es de la calma y la serenidad. Y no pasa ni media, de verdad. Si no me creen, prueben a bailar un 'agarrao' con "With A Girl Like You" y ya me cuentan después.

Mención aparte merece la versión que se ha marcado el bueno de Paul de "Reach Out I´ll Be There", tema inmortal de los Four Tops y de la Motown que sigue conmoviendo toque quien lo toque. Aunque David Civera se lo propusiera, se me pondrían los pelos como escarpias... Fijo.


Dicho ya todo, creo que llegó el momento de matizar un poquito las luces de la sala, acercarte a la chica de tus sueños, quitarte los miedos y atreverte con un mágico y determinante golpe de cadera con cadera mientras suena de fondo una señora balada de las de toda la vida titulada "Walk Away"... ¿Es o no es?

jueves, 27 de noviembre de 2014

OMERTA - 'Inertial Inception': Como un fostión con la mano bien abierta y totalmente desprevenido.

Esa es más o menos la sensación que te entra por las orejas la primera vez que pulsas al play en tu equipo de música y suena por todo lo alto 'Inertial Inception', el primer larga duración de OMERTA, una formación de jóvenes abanderados del Metal Moderno procedentes de Alcalá de Henares.

Acuarela del vocalista de OMERTA dándolo todo.

No te preocupes si las paredes de tu habitación tiemblan con las sacudidas guitarreras del sultán Santi Elipe y de Daniel Corregidor en "Nightmare", si la pulsación se te acelera propulsada por los ritmos de "Let It Burn" cortesía de David Ontanaya (baterista) y Juan Francisco Mondéjar (bajo) o si notas como la testosterona te sube a niveles altamente... Pues eso, a nivel trempante, con la poderosa voz de Roberto 'Iron' Galenano en "Break The Line", "Fear", "Ego Biased" o con todos y cada uno de los once cortes que componen este discazo que tengo el placer de estar escuchando mientras escribo esta cálida y cordial misiva.



Por cierto, ya que nos ponemos a contar cosas, mañana viernes 28 de noviembre los chicos de OMERTA estarán presentando como Dios manda este debut (os recuerdo que hay también dos EP´s previos llamados 'Act I' y 'Act II' muymuymuy recomendables) en la sala madrileña We Rock junto a los también madrileños Lake Side Project (Metal Progresivo) y Cardinal (Metal).


¡Ah! Las puertas se abren a las 20:00 y son 6€ de nada. Yo no me lo perdería, pero el dentista me espera... Y no es coña. Palabrita.

Collage. Dios bendiga a Hipgnosis:


lunes, 24 de noviembre de 2014

“…Y de repente apareces tú...” - Circodelia - Máquinas Románticas - Vol.3 Y Final:

¡Y es que a la tercera va la vencida! Estaba escrito en el firmamento, en los posos de café, en los higadillos de un pobre corderito... 2006 era el año de la completa emancipación, de la liberación absoluta y también el año en que había que dar la cara, ese paso adelante tan necesario. Ahora o nunca.


En la pequeña biografía que va acompañando y detallando su trabajo en Bandcamp, nuestros músicos nos hacen llegar sus sensaciones sobre esta nueva etapa que se les venía encima. Así pues, hablan de este ‘Máquinas Románticas’ como El disco del placer absoluto”. Casi nada. Y es que no es para menos. Desde su segundo álbum hasta ahora habían pasado unos cuatro años de aprendizaje a hostias y ninguneos. Es aquí cuando ya bien escaldados de experiencias anteriores se atrevieron y se plantaron en las oficinas de su nueva compañía para pedir el dinero suficiente con el que poder alquilar un estudio en pleno centro de la ciudad donde poder ensayar tranquilamente durante dos meses y preparar material nuevo ¿Parecen muchas pretensiones para unos músicos? Yo no lo creo. En absoluto.

Siguiendo el pequeño resumen de este período vital de Circodelia, nos cuentan que en este tiempo transcurrido aprendieron también a rodearse de amigos, a quitarse presiones y a centrarse sólo en divertirse y disfrutar de la creación. Para ello, no dudaron en desprenderse de “productores estrella y managers cazurros” (¿tal vez un palito al señor Stivel?) y jugar y jugar sin parar con sus instrumentos.

Pablo Parser, la otra cabeza pensante de la banda junto a Víctor Pérez, asumió en este caso la faceta de controlador todopoderoso (guitarras, Hammond, teclados, pianos, sintetizadores, programaciones, coros y por primera vez, productor del disco). Me da la sensación que el hecho de que no hubiera un ente extraño rondando entre los músicos (es decir, un productor) hizo que éstos a su vez se encontraran como más sueltos y cómodos, que pudieran dar de sí lo que no pudieron con la presión antes comentada. Es escuchar las cuerdas de Marcos Iñíguez, el bajo de Miguel Hinojosas y la batería de Javier Planelles y compararlas con sus trabajos para darte cuenta que ahora todo fluye con una profundidad, naturalidad y elegancia fuera de toda duda. Como sin tensión. Y es que, como ellos mismos aseguran “como en casa con la familia en ningún lado”.

Para no perder la tradición, el CD se dejaba abrir con la canción que daba nombre al disco ¿o más bien al contrario?: “Máquinas Románticas”. Un pepinazo de baterías como guantazos marca Javi Planelles, tecladitos powerpoperos y unas letras interesantes en las que Víctor convierte un relato de encuentro amoroso de los suyos en algo parecido a un relato de ciencia ficción de esos de Isaac Asimov donde los robots, los chips y demás cacharrería se confunde con lo orgánico, lo cálido… Ya me entienden.



Con “We Love You” rinden pleitesía a todas las personas que estuvieron a su lado tanto en los buenos como en los malos momentos. Un amor, una fidelidad, un cariño y una paciencia que cobra forma de canción de dos caras que se van alternando, solapando y encontrando. Una parece ser digna heredera del delicado  Pop Barroco de los 60 y otra es acerada y robusta… El contraste como delicia.

Que este disco está plagado de canciones que podían ser sin ningún problema singles es una idea que no me la quita nadie. “Monstruo Perfecto” es el ejemplo perfecto. Estribillos de esos que te obligan a coger un Boli en plan micro y ponerte a cantar, esa tensión instrumental que te mantiene en vilo, letras de contenido histórico…

Tiempos de arrepentimiento y desesperación se dejan asomar por entre los párrafos del medio tiempo “No Recuerdo En Qué Cajón”. De arrepentimiento de ese que es casi una confesión liberadora y de desesperación que atenaza a uno y no lo suelta jamás. Porque todos tenemos nuestro corazoncito, vamos.

“…Y aunque le vendí las noches al diablo y le compré las mañanas al Señor…” Son de esas letras por la que bien vale la pena hacerse con este y con los demás discos de Circodelia. Con “Vamos A Ir Al Infierno De Cabeza” estos señores nos llevan con la música de la mano a un saloon del salvaje y lejano oeste. Hay jugadores de cartas, tramperos, zarzaparrilla, bourbon y chicas graciosas…


Con este tercer trabajo ya no hay estilos o influencias tan palpables o evidentes. Parece como si Circodelia hubiera podido por fin destilar su propio sonido. “Orgullosamente”, “Mareando La Perdíz”, “Ámame Y Muere” u “Occidente”, que es con la que cierran el chiringo, se parecen entre sí tanto como un huevo a una castaña… Y eso es algo tan bonito y tan de agradecer en este mundo tan homogéneo…´


Con la publicación de este disco perdimos la pista a Circodelia. En la página de Wikipedia sobre ellos se dice que “en la actualidad el grupo no tiene oficina de management, mientras tanto tocan habitualmente por locales de Madrid, en especial en el Honky Tonk de Madrid, siendo unos habituales del local…” Y poco más.



Epílogo:

Poco más tarde, mientras me encontraba hurgando en Internet para obtener más información sobre la banda y completar huecos pude dar con Vergara, un breve proyecto musical que contaba con varios músicos procedentes de bandas madrileñas como La Loca María, Los Guapos y Ochovisones y con nuestros ya amigos Víctor Pérez y Pablo Parser. En 2011-12 publicaron un EP de tres canciones compuestas por la pareja en su época de Circodelia. Las letras se habían vuelto más descarnadas y duras, sin ese lado lúdico y despreocupado de anteriores entregas; y la música ahora era sofisticada y depurada… Un hallazgo.

PD: Desde aquí, mis más sinceras felicitaciones y agradecimientos a la persona que se deshizo de estos tres discos de Circodelia y los llevó a una tienda de discos de segunda mano en Alcalá, gracias de veras.

viernes, 21 de noviembre de 2014

“…Y a la hora de elegir no me voy a equivocar. Nunca más…” – Circodelia – Lo Trágico Es Magnético – Vol.2:

Llegó el 2003. Año perfecto para que la gente de Circodelia confirmarse con su segundo disco (ése que es siempre tan puñetero y que se les suele atragantar a los artistas) como una banda a tener en cuenta dentro del panorama musical nacional.


Como bien nos explicaban en su propio Bandcamp, los kilómetros en la carretera, las horas de ensayos y de conciertos sirvieron para que la banda se expandiera hacia nuevos ámbitos sonoros. En ese pequeño intervalo de un año el Rock And Roll americano clásico y el Bowie de purpurina fueron dando paso de forma natural a lo que se estaba cociendo en las islas británicas: La escena Madchester con los Stone Roses (con la mordacidad de "Les Queremos"), la agitación Supergrass (la orgullosamente autoreivindicativa "Circodelia")... Unas piruetas aún más complicadas que las anteriores. Y curiosamente, todo llegó a buen puerto. Aunque las apuestas fueran en contra.

Todavía bajo el contrato de Pep´s Records, Circodelia se encontró con recortes de tiempo en el estudio, poco interés por la difusión del trabajo y, para más INRI, un inesperado cambio en la formación (Juan Velázquez le cedió las baquetas al baterista de estudio Ezequiel Navas) pero aunque parezca increíble, las ganas de estos chicos podían con todo. Así es como pese a las adversidades, hicieron todo lo posible para rodearse de artistazos como Carlos Raya o Momo Cortés. Sin olvidar el trabajo de Pedro Rodríguez en la producción musical, que supo administrar un tremendo despliegue instrumental que hacía palidecer lo hecho anteriormente en el debut de la banda: trompetas, trombones, saxos, sintetizadores, pianos, órganos, wurlitzer, clavinet, congas... ¡Y hasta un ukelele cuando todavía no estaban de moda y todo!

El apartado lírico, responsabilidad casi en exclusiva de Víctor Pérez, iba desprendiéndose de ese halo adolescente para aumentar en madurez y seriedad. Prueba de ello son "Ojos Mágicos, Corazón Mecánico" (con ese guiño a mis idolatrados Yes), "Voy A Raptar A Sara" (de corte Country y con pedal steel cortesía de Raya), "Arma Oculta" (que es de lejos mi canción favorita del álbum, muy bien compuesta y con un final logradísimo a base de esa sección de vientos que se montaron), "Peter Pan" (con otro guiñito a los siempre necesarios Deep Purple) o "El Mundo Vuelve A Girar".

Una de las características de Circodelia como banda es esa dualidad que se manifestaba de la siguiente manera: todos asumimos que sabían construir y crear temas propios de calidad como "Lo Trágico Es Magnético" o “Extraño En Ti” (ese estribillo matador), pero lo curioso es que tampoco dudaban en rendir tributo y reconocer sus influencias sin tapujos y miedos como en "Escuela De Calor" de Radio Futura. Una dualidad y un gusto por hacer versiones que es posible que hiciera mella en su estatus... No sé, son cosas que pienso.


Si pareciera poco el número de canciones que hemos mencionado a lo largo de la entrada, resulta que entre los doce cortes que presentaba este disco todavía podemos encontrar unos cuantos temas verdaderamente meritorios por las buenas vibraciones que lograban transmitir con ellas. De esas canciones molonas y adictivas que te hacen ponértelas en bucle y que vienen que ni pintadas para ponerlas a todo volumen mientras nos arreglamos y guapeamos para salir el fin de semana... "Vino Y Flores" y "Somos Gente Moderna" son esos temazos.




Vamos a acabar de la misma manera que la hemos empezado. Llegó el 2003. La hora de sacar fuera todo lo que se habían guardado para sí, de disfrutar de la presencia de Javier Planelles (mejor batería de Rock And Roll 2003 según la “Rock Music Magazine” y que poco después pasaría a formar parte de Eldorado), de los conciertos noche sí y noche también y sin casi darnos cuenta, en 2005, finalizó el contrato con Pep´s Records. Casi que mejor ¿No?

Peeeeero como las buenas historias no deben tener final triste ocurrió que Tool Music, una discográfica madrileña estuvo al quite a la hora de ficharlos y ahora sí, con paz y tranquilidad, los instrumentos empezaron a sonar en el estudio... Pero esa es una historia que aclararemos en su debido momento.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

"Hay chicas que son todo amor..." - La Pequeña Gran Historia De Circodelia - Las Chicas De Las Canciones - Vol.1:


Todo el mundo flipa con Jagger y sus arrítmicos movimientos de cadera, con la rara pegada de Charlie Watts, y con el encanto alienígena de Bowie, eso es así. Como que sobre nosotros está el cielo. Todo el mundo te dirá que no hay mejor música que la de estas figuras históricas y todo el mundo te volverá a contar que son lo mejor de la vida pero... ¡Ay! ¡Ay como oses formar una banda deudora de Sus Satánicas Majestades y de El Delgado Duque Blanco! ¡Ay!

Y es que por un lado es entendible: los grandes son grandes por algo y el listón está altísimo, claro. Pero por otro resulta positivo que una banda joven decida incorporar o hacer suyos patrones sonoros de tamaño calibre. Esta actitud indica por un lado, que tienen un muy buen gusto musical y por otro, que son valientes.
Algo que no es poco.

Casos de jóvenes bandas herederas o descendientes de clásicos del Rock las hay a patadas, todas ellas enmarcadas en lo meramente revivalístico. Tan ancladas en el pasado, que muchas de ellas se podrían considerar casi bandas tributo pues ni crean ni aportan nada, ni siquiera un acorde personal...  Estériles.  Pues bien, creo que dentro de este mismo saco cayeron de forma injusta nuestros protagonistas de hoy: Circodelia y su música.

A mediados los 90 ya estaban rodando por todas las salas de Madrid y por todos los certámenes musicales que hubiera delante de sus morros, pero tal y como estaban las cosas por aquella época en la que no había crowfunding ni nada de nada, hubo que esperar hasta el año 2002 para ver el primer paso discográfico de Circodelia bajo el auspicio de Pep´s Records, una compañía a mi parecer con muchos claroscuros en cuanto a la línea general de las bandas que contrataban: Los Caños, Malú, Melocos y unos cuantos triunfitos... Tela. 

Bueno, cuestión de gustos supongo, no seamos intransigentes… Pero esta trayectoria no disimulaba un hecho muy importante: la compañía en cuestión contaba con bastantes medios a su alcance, con lo que la difusión y la calidad de la música que pudieran tener en mente los chicos de Circodelia (ya con lentejuelas y una ligera capa de maquillaje encima) estaban aseguradas. Prueba de ello es que para su debut dispusieron del celebérrimo ex-Tequila Alejo Stivel como productor musical, que aunque también tiene una trayectoria con sus más y sus menos, no cabe duda que es un hombre que de tocar mesas de sonido sabrá un rato largo.

Planteadas y puestas todas estas cuestiones previas vayamos a lo que más nos importa: la música. Bien, pese a ese débil equilibrio entre los dictados Pop del productor y la deriva de Pablo Parser (guitarra) y Víctor Pérez (voz) hacia posturas musicales más serias, hay que decir que el álbum en general se inclina a favor de los intereses de la banda. Hay una ligera pátina comercial sí, pero lo que rezuma en general es Rock And Roll por los cuatro costados. De ese Rock And Roll en el sentido más clásico que encierra todos los valores en sus tres palabras: juventud, energía, chulería, vitalidad, rapidez, potencia, desenfreno, locura…

Un disco que entre dejes clásicos y glamourosos procedentes de más allá de nuestras fronteras (esa versión a su manera del “Rebel Rebel”), también hacía suyos el descaro subidito de los Tequila en “Rocco” y “Buena Suciedad” (que contaba con la armónica del maestro Ñaco Goñi) y la actitud castiza de los Burning en “Whisky Con…”. Es decir, elementos de esa vieja escuela del Rocanrrol español tan rica en registros que lo mismo te mostraban la ácida lujuria misma a base de estacazos en "Rubia Y Pendenciera”, como te retrataban escenas nocturnas de un Madrid con trazos lánguidos y pausados como en “¿Es Mi Cuerpo Atractivo Para Ti?” (de las mejores composiciones del álbum) o “Reina Ideal”. Todas ellas canciones perfectas para ponerse de vuelta a casa tras una de esas noches de fiesta truncada que todos, en algún momento de nuestra vida, hemos tenido que sufrir.



Aquél mismo año los chicos de Circodelia colocaron el sencillo que daba nombre al disco “Las Chicas De Las Canciones” en una situación bastante respetable, realizaron una gira que incluía la nada desdeñable cifra de 80 bolos por todo el país y se pusieron a tramar su segundo asalto… Pero esa es una historia que aclararemos en su debido momento.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

GUADALQUIVIR - 1978:


El casamiento a huídas entre un gitano solemne y una yanqui de cabellos dorados, un paseo por el Generalife, la moderna vida tradicional, las frescas mañanitas en un patio andaluz ataviado de rojos geranios y las cálidas noches en un humeante club de Jazz, palos eléctricos, aires de marisma y de ciudad grande, el juramento de amor eterno a una guitarra...

GUADALQUIVIR.

martes, 11 de noviembre de 2014

lunes, 10 de noviembre de 2014

viernes, 7 de noviembre de 2014

Peores Portadas Especial Música Para Planchar Y Lavar:

Normalmente este espacio suele ser un poco especialito, pero ya lo de hoy es que es para mear y no echar gota: a continuación os vamos a presentar una peculiar y deprimente recopilación de portadas de álbumes dedicados íntegra y exclusivamente a acompañar con su música a las mujeres de todo el mundo en la tediosa tarea de lavar, planchar y limpiar el hogar. Sí, como lo oyen. Parece ser que mirando las cubiertas de estos discos, es sólo la mujer la que se debe encargar de estas labores... Muy triste todo ¿No os parece?

Si en las portadas que vais a ver debajo apareciera un señor dándole a la fregona ya os digo yo que no estaría escribiendo esto entre indignado y apesadumbrado pero en fin, que no nos queda otra cosa que hacer esta entrada con un fin lúdico (porque en esta vida hay que sonreir) y reivindicativo (aquí en las tareas del hogar tenemos que arrimar el hombro todos) y rezar porque no se vuelvan a repetir a lo largo de la historia discográfica:



A falta de un disco, ahí tienen dos. Editado por la antaño prestigiosa Parlophone en Reino Unido, este actual recopilatorio de diseño discreto y aparentemente inofensivo incluye temas de Don McLean, Mc Hammer, KT Tunstall, Dolly Parton, Hot Chocolate, Lily Allen... Es decir, una auténtico sinsentido. 


El título de este disco lo deja bien claro: "her house work", es decir, "las tareas de ella"... Que no os deje engañar lo alegre del dibujo. Bajo esa colorida máscara se encuentra algo muy chungo amigos.


Por la estética de la cubierta, podemos adivinar que nos encontramos ante una joyita de los 60. Una época en la que las mujeres se lo pasaban fetén cosiendoplanchandofregandoyencerradasencasa... ¡Ya no hay amas de casa como las de antes! ¿O todavía sí?

El responsable de semejante tropelía es el sexteto de Jack Emblow, un acordeonista inglés de dilatada carrera musical pero del que no me apetece hablar mucho más, la verdad sea dicha.



Ración doble de nuevopor si no teníais suficiente, con ¿la Sinfonietta Di Milano? acompañando con su música la jornada de 24 horas de nuestras madres y abuelas.


Aquí la buena de Blancanieves se salva porque todos sus amiguitos la echan una mano, que de lo contrario ya veríamos la reacción de los Siete Enanitos al llegar a casa tras su dura jornada en la mina...

Las películas de Walt Disney siempre han tenido un lado un poco raro y la de aquí no iba a ser la excepción.


Si creíamos que este tipo de recopilatorio era exclusivo del mundo anglosajón estamos muy pero que muy equivocados. También se dan unos cuantos casos en el ámbito latinoamericano y no sé si español, porque no lo he podido constatar aunque no me extrañaría. Vean entonces esta monstruosidad y díganme si volverán a ver a Carlos Vives (lo digo porque el pobre es el único cantante que sé que hace vallenato) con los mismos ojos.


Y ya me despido por hoy con un temita instrumental perteneciente a este último disco para lavar y planchar editado por Epic Records no sé cuándo y grabado por The Somerset Strings, que al igual que con la Sinfonietta Di Milano, no los conozco ni quiero. A veces, me gusta pensar que la música no tiene dueño, que no tiene mensaje... Y que no tiene la culpa de que algunos capullos con corbata ensucien tan noble arte. Disfruten y ya saben: ¡no me pisen los fregaos!