domingo, 30 de agosto de 2015

Estudio y análisis de una aberración musical: 'Saraluna' de Melendi.

Lo normal en un blog diversoycuasimusical es que se hable de los sonidos que nos atraen, de los artistas y bandas que nos han marcado la vida y los oídos, de lo clásico y lo novedoso, de las emociones  y de las vivencias que se generan en torno a ella con rigor y seriedad si es posible. En un tono profundo y reflexivo. Pero no nos engañemos, a los seres humanos nos gusta la chocotaja (es decir, lo uno y lo otro) y también hay espacio para las chorradas y el humor. Para la mofa y el escarnio público. Siempre merecido, claro está, según nuestra opinión. 



Por poner un nombre, Melendi es uno de esos artistas que en realidad siempre me ha dado igual. Me resultaba indiferente su obra musical. Ni me molestaba ni me agradaba con su Rumba Asturiana. Y ahí que le dejé, haciendo sus historias, sin prestarle más atención que la de tener que escuchar obligatoriamente en las carpas de las ferias "Mi Rumbita Pa´ Tus Pies", "Desde Mi Ventana" y poco más. Se me antojaba como una especie de sucedáneo o parche que servía para tapar las carestías y ausencias propias de la auténtica Rumba Catalana. Algo parecido a los Estopa (que me perdonen los hermanos Muñoz) pero en plan artista individual y con rastas.

A las claras: Lo que hacía no me conmovía, pero lo respetaba. Él ahí con su rollete y yo en mi casa con mis discazos y mis conciertazos. No problem.


El punto de inflexión llega con su séptimo disco 'Un Alumno Más' -Warner Music 2014-. O para ser más exactos con la desafortunada y atenta escucha de una canción. perteneciente a ese artefacto sonoro ya mencionado, que lleva por nombre "Saraluna".

Siete minutos y pico.

Siete minutos y pico en los que la "canción" (como bien escribe mi amigo Jiménez) de marras hace aguas por todos lados.  No me lo podía creer. Segundo a segundo,  estrofa a estrofa y estribillo a estribillo la incredulidad, el rubor y la vergüenza ajena que se apoderaba de mi persona iba dando paso a una especie de berrinche, de cabreo cada vez más virulento. Me revolvía en el asiento del autocar,  con el cinturón puesto, aguantando y fantaseando con levantarme de mi asiento para obligar al conductor a quitar eso que estaba sonando y poner algo decente… ¡Qué mal rato por Dios!

Sibarita o no de la música, lo cierto es que tengo mis razones y mis pensamientos sobre aquella experiencia. Aquí van unos apuntes:
Para empezar, y ya en los primeros compases, me dio mucho coraje ver cómo unos recursos materiales tan buenos eran desperdiciados sin el menor atisbo de rectificación o sonrojo. Pena al notar como un trabajo y unos arreglos instrumentales-orquestales verdaderamente majestuosos (con coros incluidos) se convertían en un decorado de cartón piedra, en un mal chiste. En epicidad fallida. Muerta. Si Wagner levantara la cabeza...

Y todo este castillo de naipes que era el apartado musical se vino abajo simple y llanamente al entrar en colisión directa con la más o menos voz y las más o menos letras de Melendi, que son para echar de comer aparte. Un lirismo vacío, inexistente, apoético y contraimaginativo. No miento. Entre las líneas de "Saraluna" nos podemos encontrar con perlitas calibre cabeza de Shinnosuke Nohara. Busquen y vean, que yo no me atrevo ya. Simplemente imagínense a la Orquesta Sinfónica de Londres tocando en el Royal Albert Hall mientras vuestro vecino el soso da un paso al frente y se pone a leer, intentando entonar, la típica sección de sucesos de periódico local redactada por un becario de verano. Pues eso. Terrible.

Indagando un poquito más en este asunto hallé que, en su día, las redes sociales oficiales del ovetense se encargaron de pedir a sus miles y miles de seguidores que escucharan esta cancioncita pues según palabras textuales "pocas veces me emociono mientras estoy componiendo y con "Saraluna" os prometo que no paré de llorar".  Ante semejante gancho, más de uno podría pensar o creer que estamos ante una composición del mismísimo Serrat, pero qué va. Igualmente, línea tras línea nos topamos con una falta de tacto que sinceramente me llega a asustar. Y no soy el único en pensar así. Varios sitios de Internet se hacen eco de esta canción y se refieren a ella como "una de las perlas narrativas más importantes de lo que llevamos de siglo", "una desgarradora historia desprovista de metáforas" o "una historia de llorar muy fuerte". ¿Sentido del humor? ¡Todo el del mundo! Pero las cosas claras: Si este es el Melendi más maduro y profundo… ¿Qué es lo que nos deparará el futuro?

Los bienpensados dirán que no, que el estilo de Melendi no va por esos derroteros sino por la vía del cantante comprometido, descriptivo y tal, pero es que tampoco es eso. No se acerca al realismo o al naturalismo ni de lejos. Su pluma es simplemente torpe. Eso es lo que creo. Una narrativa plana,  pueril, prosaica y pedestre. ¡Las pes son tan sonoras! 

En fin, que yo lo único que pretendía con este pequeña reflexión era hacer un poco de justicia a tipos como Víctor Manuel, Benito Pérez Galdós y Rafael Trabucchelli entre otros tantos. 




PD: Larga vida a Melendi, faltaría más.

20 comentarios:

  1. trabuchelly merece un monumento. Melendi intento hacer su bohemian Rapsody y se queo en bodrio

    ResponderEliminar
  2. El engendro definitivo de un artista que no ha hecho jamás nada decente. Espléndido análisis de tanta miseria artística.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Yo como tu vivo ajeno a la existencia artística de Melendi, pero hasta miedo me esta dando escuchar esta canción, cosa que no he hecho nunca por cierto. Ya veré si saco coraje.
    Abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Sois unos amargados que creeis tener un gran conocimiento musical y preferís criticar una canción a disfrutar de ella. Siento vergüenza por leer esto ya que todos vosotros seríais incapaces de escribir una historia ni parecida. No critiques lo que no sabes hacer.

    ResponderEliminar
  5. Tienes razón,esos no conocen lo que es componer,pierden su tiempo criticando lo que no saben ni pueden hacer.Un admirador de Melendi desde Cuba(cómo muchos que tiene aquí)y que sigue su música porque es un gran músico y compositor

    ResponderEliminar
  6. Me temo q nunca habrás escuchado a Melendi ya que si fuera así sabrias que no solo es cantautor si no que es un gran poeta, en sus canciones lo demuestra... Además a tenido cambios en su música y se notan los altibajos de su vida en las canciones, como gran fan de Melendi que soy desde que nací os pido que no critiqueis obras de arte sin saber sobre ello, gracias.

    ResponderEliminar
  7. Te meto un puñetaso te mato manin no tenéis mi idea de música viva Juan Magan y el electrolatino

    ResponderEliminar
  8. No Te Conozco, Pero "Respetuósamente" Voy A Expresar Lo Primero Que Me Vino A La Mente (Algo Que, Por Cierto, No Suelo Hacer) Ahí Va, Te Pregunto, Eres Maricón..? También Aprecio Lo Clásico No Deberías Comparar Dos Géneros Diferentes, También Me Vas A Decir Que Tampoco Te Gusta Arjona..? Aveces Necesitamos Que Alguien Nos Muestre Las Cosas Crudamente, Sin Arreglos, Ni Escuela.

    ResponderEliminar
  9. Patética tu reflexión, el que no te guste un cantante o un estilo de música no te da ningún derecho de criticar la letra y música de un talentoso cantante como Melendi. si crees q sabes algo de cultura estás perdido. puede que yo tampoco sepa nada, pero si algo se reconocer es una buena letra como la q nos brinda este gran cantante. De hecho, soy macho hecho y derecho, y lloré con la canción Saraluna. Aprende un poco de sentido humano y no serás esa patética persona que has demostrado con tu publicación

    ResponderEliminar
  10. Lo que debes hacer como hacemos los demás si no gusta un cantante es no escucharlo pero no echar tanta mierda totalmente injustificada. Melendi no tiene nada que envidiarle a Serrat como compositor y conste que a mi me encanta Serrat.
    Melendi eres grande sigue haciéndonos disfrutar con tu música

    ResponderEliminar
  11. Eres un ... Sin palabras tu crítico anda vamos

    ResponderEliminar
  12. Nunca me ha llamado especialmente Melendi, aunque conozco algunas canciones. Esta no la conocía y es una maravilla, una oda al amor puro. En cuanto a la crítica de esta página, pues bueno, ¿que esperáis? No está hecha la miel para la boca del burro. Aprendamos a disfrutar un poco más de las cosas, a criticar menos y a entender que la vida dura lo mismo que un suspiro y si algo no te gusta, busca otra que, por suerte, hay variedad. No pierdas tiempo en echar mierda, solo te dañas a ti mismo.

    ResponderEliminar
  13. Decepcionante es leer este tipo de críticas hacia un artista tan reconocido nacional e internacionalmente como es Melendi. Me entristece darme cuenta que haya personas que no sepan valorar la letra de un músico que tan solo pretende exponer una historia que considera importante y de una forma tan conmovedora. La censura se abolió hace ya un tiempo para que andéis dando por c*. Que paséis buen día.

    ResponderEliminar
  14. Con todos Mis respetos, al leer esto Me da la risa, escribe que nunca presto atención a Melendy, pero un día en un autocar por obligación escucho Sara Luna, con solo una audición le sirve para ha

    ResponderEliminar
  15. ..hacer un ofensivo texto, mejor parece que se busca solamente criticar a
    Melendy, (Señor, DUDUMDUM, si tiene algún tipo de envidia a Melendy, escríbalo sin tanta falsedad) no pretenda aparentar ser lo que no es, por qué se le da fatal, (estudio y análisis) Me Resulta PATETICO ..

    ResponderEliminar
  16. Ese hombre es maravilloso como cantante al que no le parezca que no lo escuche pera la historia de Saraluna es buenísima hasta lloré la primera vez que la escuche imaginandome que fuera real

    ResponderEliminar
  17. Madre mía cuánto ofendidito porque alguien diga que un bodrio de canción es un bodrio de canción. Hacéoslo mirar.

    ResponderEliminar
  18. A ver... el hace aunque sea "el mal intento", tú... además de que debes ir ATORMENTANDOTE por la música que EL CONDUCTOR escucha, que haces???

    ResponderEliminar

Siempre son bien recibidas las opiniones. Por favor, emplea el buen gusto, el respeto y el sentido del humor: