Éste es el sexto disco de estudio de los Kinks y aquí si que no hay rollos del porqué pese a la calidad que atesoraban estos londinenses, no llegaron a ser tan contemplados a nivel mundial y no pudieron acceder a los grandes escenarios. Las causas son muy claras: la primera es que de vez en cuando se volvían unos bandarras, llegando a ser vetada su presencia en los Estados Unidos (hecho que les restó al principio de su carrera un gran mercado). La segunda es todavía más sangrante, y se debe a los constantes obstáculos que sufrían por parte de la compañía que les grababa, la PYE. Simple y llanamente todo esto se debió al escaso apoyo y promoción que recibieron, y a la muy limitada capacidad creativa de sus miembros ejecutivos, que tras el tremendo y repentino exito obtenido con "You Really Got Me" sólo los veían como una máquina imparable de sacar sencillos del mismo corte, vendibles claro (con la consiguiente frustración de Ray, que se veía con un margen de mejora en cuanto a tareas de composición sin límite).
Por todo esto, los Kinks quedaron junto a los Small Faces de Steve Marriott y Ronnie Lane en una segunda fila de artistas por detrás de gigantes como los Beatles, Rolling Stones y los Who. ¡Pero qué segunda fila señores!
Pese a todos estos inconvenientes en Inglaterra y Europa sí que brillaron. Además, importantes grupos de Britpop o de Pop a secas han reconocido la influencia que esta banda ha ejercido sobre ellos.
Para este disco del 68, los Kinks estaban integrados por Ray Davies a las guitarras, teclados, composiciones y voz; Dave Davies a la guitarra eléctrica y voces; Pete Quaife en la que sería su última aportación como bajista; y Mick Avory a la batería. A parte, colaboraron en la construcción del disco la novia de Ray, Rasa y el siempre solicitado Nicky Hopkins a los teclados.
Habían dejado ya de lado su entonces seña de identidad: el sonido crudo y directo con tintes R´n´B y del primitivo R´n´R, que aparecía de forma impetuosa en temas de sus primeros discos como el himno "You Really Goy Me", "Beautiful Delilah", y "Wonder Where My Baby Is Tonight" entre otros tantos trallazos garajeros.
Este cambio en el terreno musical vino favorecido por el potencial y capacidad de progresión que en el fondo tenían todos los miembros de la banda, algo que poca gente en la compañía parecía ver. Mucho tuvo que ver en este aspecto que el "productor-lapa" Shel Talmy iba perdiendo cada vez más su capacidad de influencia y de tomar decisiones dentro del grupo hasta llegar a desaparecer de la vida de los Kinks (como anécdota, tenía el muy cuco la costumbre de incluir en los álbumes un tema escrito por él para llevarse los royalties).
Ahora sin tantas ataduras, Ray y compañía evolucionaron hacia un sonido que se caracterizaría en este período por abandonar los clichés que ellos mismos habían creado, centrarse en el cuidado prestado a los arreglos, acercarse a posturas más cálidas y más Pop, y también experimentar con otros elementos como el Folk y con la Psicodelia, aunque sin llegar a momentos tan delirantes o estrafalarios como otros coetáneos).
En cuanto al ámbito compositivo y lírico, el responsable de esta parcela Ray Davies pasó en poco tiempo y en unos pocos discos de adaptar letras de R´n´B y Soul americano, a desarrollar una increíble habilidad para componer temas que hablaban con gran ironía de la cotidianeidad de los múltiples aspectos de la vida, de lo íntimo,... Un estilo de desbordante personalidad que chocaba evidentemente con las novedades alienantes que provenían del otro lado del Atlántico.
Portada del LP para los países escandinavos.
Ray, con la intención de cambiar la inercia de la banda (tenía la acertada sensación de que se estaban convirtiéndo en unos meros especialistas en crear singles) empezó a trabajar con la idea de crear un álbum conceptual, pero...
...En este momento es cuando se desencadena una lucha entre Ray y las compañías de las que dependía: PYE en Europa y Reprise en USA. Los Kinks no tenían libertad para colocar sus discos en el mercado en los plazos, frecuencia o forma que ellos quisieran debido a que todo debía contar previamente con la aprobación de las dos discográficas. Ante esta situación, el prolífico de Ray intentó zafarse de estas ataduras y concibió dos álbumes distintos: Four More Respected Gentleman (con 11 temas, para Reprise) y Village Green (con 12 temas, para PYE).
El resultado fue que las compañías no aceptaron su propuesta.
Inmediatamente Ray ideó el lanzamiento de un disco doble de 20 temas a precio de un único álbum... ¿y qué pasó?... Pues que este proyecto también se fué al limbo, ¡Qué raro!
Con este panorama, la única solución fue la de hacer una mezcolanza entre los dos proyectos, dándo como resultado un único disco de 15 temas... Nuestro "The Kinks Are The Village Green Preservation Society".
El maltrato que recibió este grupo por la discográfica se demuestra con el hecho de que el lanzamiento del disco en Gran Breaña el 22 de noviembre del 68 no contó ni siquiera con la promoción de un single adelanto. Debido a esta "inteligente" idea, el trabajo de los Kinks quedó relegado al ostracismo más absoluto en un período en el que estaba en pleno auge el autobombo de grupos que encarnaban la exhuberancia, excesos e innovación sonora psicodélica, y donde Estados Unidos se había convertido de nuevo en el centro de la cultura musical popular (de la Invasión Británica se pasó al peregrinaje de grupos de las islas a ciudades americanas como San Francisco, como un proceso de formación y aprendizaje).
A modo de contraposición y pasando de las modas imperantes, el genio compositor y poético de Ray creó un álbum de una estética alejada a millones de kilómetros de distancia de lo que se estaba realizando entonces, con canciones como la que da inicio y título al disco, que trataban temas como la idealización y visión nostálgica de tiempos pasados y de las tradiciones como se refleja en letras como estas "God save tudor houses, antique tables and billiards":
Otros temas a destacar son "Big Sky", "Startruck" o este "Do You Remember Walter", que con un sonido muy británico de piano percusivo en la entrada, va dejando a Ray el espacio necesario para meditar sobre las cuestiones las amistades perdidas, de tiempos pasados...:
La bucólica "Animal Farm" es sin lugar a dudas mi canción favorita del álbum, con esos arreglos de cuerda tan tenues que hacía de la música de los Kinks en esta época algo cercano y acogedor. Era algo muy inteligente y de agradecer el no presentar esos arreglos pomposos o recargados que podían llegar a aturdir o intimidar al oyente:
"Mr Songbird" es un tema que fue creado para formar parte de la idea inicial del álbum de 12 temas para Europa, pero como ya vimos, se quedó olvidado en la trastienda. Afortunadamente con esto de las reediciones aquí lo tenemos para escucharlo con atención y con lo que nos despedimos por hoy:
Con el paso del tiempo, el disco ha ocupado su puesto en la Historia de la Música como uno de los más importantes y logrados de los Kinks, llegando sorprendentemente a ser uno de los más vendidos de su discografía junto a los magníficos Something Else By The Kinks y Arthur Or The Decline And Fall Of The Brittish Empire, que no están mal del todo ¿no?
Un post a la altura de semjante disco.Una obra imprecindible!
ResponderEliminarun abrazo
Una "pena", como le pasara a tanta gente, el tener que estar a la sombra de los grandes. Aún así, tienen su espacio en la música británica.
ResponderEliminarGran post. Felicidades!!
Felicidades! Este disco para mi es un tesoro...en la imagen atrayente que tengo del Imperio Británico...Y si, me encantan los Beachwood Sparks y ese disco primero de portada preciosa y multicolor...Cannyon Ride qué canción!
ResponderEliminarUn abrazo.
Que curiosa la portada nórdica. Un disco que gana con las escuchas. Fundamental, como bien detallas en tu texto. Abrazo.
ResponderEliminarDiez minutos me he tirado leyendo el post, tengo muchas ganas de Kinks y este disco lo descargué hace la tira de tiempo. Una delicia, sencillamente. Tuvo la mala suerte de coincidir en el tiempo con discos monstruosos y se convirtió en un clásico menor, pero es una joya, así de sencillo.
ResponderEliminarReconozco que es de lo mejorcito de ellos, pero me quedo con otros (peores???) de la mitad de los 70.
ResponderEliminarSaludos
Pobres Kinks, que maltratados fueron, y que grandes desconocidos son incluso para los que les conocen. Yo aun no he completado su discografía básica, pardiez.
ResponderEliminarRay merece mucho más. Grandes
A D O R O A B S O L U T A M E N T E A E S T A B A N D A!!!
ResponderEliminar···
Fantástico post!!!!!!!!
Gran grupo sí señor. Un saludo compañero, no te tenía fichado pero te añado ahora mismo a mis favoritos. Tiene muy buena pinta el blog sí señor.
ResponderEliminarEl unico disco que escuche de esos fue "Lola". Pero debo escuchar mas
ResponderEliminarSaludos!
TSI: Su escucha fue algo nuevo para mí en su momento.
ResponderEliminarEvánder: en las Islas son queridísimos, pero es que la competencia en aquella época sí que era dura ¿verdad?
Joserra Rodrigo: sí, estos despiertan y evocan esa imagen de Inglaterra (pastas, té, lluvia, verdes parques,...) Los BS me encantaron en su momento y ahora también, aunque creo que está separados en distintos proyectos ¿no?
Wood: me gusta curiosear el mundo de las portadas. Un grupo básico.
Aitor: siento que se te hiciera tan largo:) Tienes razón, coincidió en un momento de cumbres musicales.
Benet: para mí también es de los mejores, aunque el Something Else By The Kinks y su "Waterloo Sunset", por esa cancionzaca es que lo merece todo. Y uniendonos a
WERTY: esa canción es de los Kinks en los 70, década en la que siguieron haciendo grandes discos, aunque muy olvidados.
MÖBIUS: es que tienen una discografía amplia de verdad y costosa de conocer.
SCOTT ST. JAMES: G O D S A V E T H E K I N K S!!!:)
ROCKLIVE.ES: gracias, a mi también me gusta mucho lo que haces. Nos vemos!!
¡¡¡Muchas gracias a todos por los comentarios y cuídense!!!
¡Muy buena entrada de este genial disco! Y que bonita la portada para los países escandinavos, no la había visto. Siempre me ha sorprendido un poco el mensaje algo conservador tras The Village Green Preservation Society, que contrasta bastante con canciones como A well respected man en los que Davies más bien se burla de la sociedad tradicional inglesa. Pero bueno, es un disco enorme, impecable. Me acabo de leer la autobiografía de Dave Davies, muy entretenida, he escrito una pequeña reseña en mi blog, por si te apetece pasarte. ¡Encantada de leerte!
ResponderEliminarSiempre Hace Buen Tiempo: ese corte conservador -creo que con mucha ironía de por medio- británico en las letras y en la música era casi la marca personal de los Kinks, era lo que les diferenciaba del resto de grupos de la época, que se dirigian directamente por la Psicodelia o por el Rock en sus variantes Blues y Progresivo... Personalmente entiendo a lo que hicieron los hermanos Davies como una de las alternativas musicales más interesantes de la época.
ResponderEliminarGracias por comentar y me pasaré por tu sitio. ¡Saludos!