La verdad es que aunque el Camino haya quedado inconcluso -una marrrrdita tendinitis ha sido la responsable de ello- y por tanto con una fina pátina de dolor y pena, en general esta historia ha resultado realmente gratificante por varios motivos -si conocéis alguno más me lo decís va? que es que estoy un poco noqueado-:
El primero de ellos es que esto de tener en tu mochila lo básico te hace aprender a vivir sin tantos adornos y objetos en el fondo inútiles y totalmente prescindibles. Tras esto, mi habitación va a sufrir una limpieza de trastos inservibles de los que hace una semana consideraba necesarios.
El segundo es que sirve para descubrir, afirmar o reafirmar la autonomía de la persona: si haces el Camino del Santi, puedes hacer lo que te propongas, en serio.
Y el tercero y sobretodo más importante es el de aprender a comportarse en sociedad, a convivir en grupo y a respetar a todo el mundo. La verdad es que el Camino muestra las miserias y las glorias de todos y cada uno de nosotros, para bien y para mal. Es algo así como un test infalible para conocer a las personas...
Y ahí es donde quiero llegar a parar. Por umbrías sendas, veredas frondosas e incontables cuestas hacia arriba y abajo, he tenido la real suerte de encontrarme con gente maravillosa. Gente distinta del todo a mí. Diametralmente opuesta, sí, pero que a la vez me ha parecido ser perfecta, complementaria y necesaria en la vida. No voy a dar nombres porque ellos ya saben quiénes son...
En fin, que a mi parecer lo más bonito y significativo del Camino del Santi es el mismo camino. Por lo menos es lo que a mi siempre más me ha marcado y llegado al corazón.
Arranca el motor del bus.
Nudo en la garganta...
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Peeero como esto no puede quedar así de tristón, vamos allá con un poquito de música de un grupo que me dio a conocer una amiga:
Disfruta plenamente de todo!
ResponderEliminarUn abrazo
Vaya, te has quedado cerca de la meta. Por aquí veo todos los días pasar a muchos peregrinos, cuántos llegan hasta el final es un misterio. Has tenido cojones para intentarlo y seguramente volverás a intentarlo, tienes un par, otros no lo haríamos.
ResponderEliminares dificil hacer el camino y no todo el mundo lo consigue. al menos disfrutaste de una bonita experencia.
ResponderEliminarbienvenido otra vez
No sé si algún día lo intentaré... tal vez haga el camino de las tascas, menos concurrido, pero que te da para filosofar igual
ResponderEliminar¡Cuidate los músculos!
Vemos que la experiencia ha sido gratificante. Todos los que hacen el Camino por una u otra razón comentan que les ha servido para conecerse un poco más y plantearse que en la vida se puede ser feliz sin lo superfluo.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz regreso, a pesar de esa tendinitis...
Todo el mundo que ha hecho el camino comenta cosas similares a las que tú apuntas. Sin duda tiene que ser una grandísima experiencia en la que, sobretodo, conoces a muchísima gente muy interesante. Te llevas en la mochila de vuelta mil sensaciones, qué bonito.
ResponderEliminarY qué bonita canción nos ofreces para acompañar estos sentimientos. Me encanta.
Muy mal por mi parte no haberme pasado antes por aquí, tienes un blog muy chulo, me gusta mucho.
Un saludo!!