¡Vamos allá con la típica charleta emocionada que suelo dar de vez en cuando sobre uno de los discos que más tiempo llevaba queriendo tener sonando en mi habitación y que tantos minutos y tantas horas de placer me ha proporcionado: 'We Never Know How The Day Will End', de YAY!
Antes de todo, debo empezar señalando que la persona responsable de que este desatino de entrada haya tenido lugar no es otra ni más ni menos que nuestra querida y ameboide amiga Raquel. Sí, la responsable de que hace un par de meses, gracias a su gran gusto musical, descubriera en su página de FB (y poco después en un mítico concierto prenavideño en La Faena II) una banda madrileña a la que podría definir haciendo un alarde de "minimalismo palabreril" sencillamente con una palabra: SUGERENTE.
Y es que ése es justamente el término que mejor retrata la obra de este grupo pues al curiosear y sumergirnos un poquito en su mundo nos hemos encontrado con una sugerente portada, con un sugerente título, una sugerente voz femenina y un sugerente mundo instrumental... En fin, que sí, que es muy sugerente todo.
Autoproducido en 2012, 'We Never Know How The Day Will End' es un señor disco compuesto por 11 canciones escritas todas ellas por Hilda Hund que muy difícilmente dejarán indiferente al oyente (¡tomayaelclichéylapedazorimaquemehemarcadoseñorasyseñores!). Temazos de apertura como "Go To Hell", la calmada pero a la vez palpitante "I Didn´t Throw Up Last Night" o la concisa descarga de "Cows" demuestran que esta señorita sabe hacer canciones tan redondas tan redondas tan redondas como la cabeza de Val Kilmer. Por lo menos.
Al darle al 'play' una de las primeras cosas que me cautivó de esta banda fue la voz de Hilda, recordándome en su momento y aún hoy en muchos momentos a la voz de Nina Persson, pero a la Nina más serena y madura, más A Camp... Vosotros juzgaréis ahora:
La otra, como no podía ser de otro modo, fue la propia música desarrollada con tanto acierto por YAY (Alfonso Herrero al bajo eléctrico, José Merodio y José Gutiérrez). Una música que en directo parte de territorios asequibles y conocidos por todo el mundo como los del Rock y el Pop para adentrarse de inmediato hacia senderos más intrincados, complejos y experimentales, dando como resultado una música muy rica en matices, emotiva, envolvente, onírica, nebulosa y si venga ya paro, un poquito enigmática o gotizante... Se nota que estoy repasando los apuntes de Historia del Arte ¿verdad que sí?
Esta faceta alucinante en vivo de YAY, el lado más exuberante y elaborado de su sonido se puede apreciar en deliciosos cortes como "We Never Know How The Day Will End" (que es normal que dé nombre al disco ¡qué preciosidad de tema!), "A Treasure, A Curse" o "Saturday", que están disponibles en su Bandcamp... Y yo no esperaría mucho más para meterme allá, escucharles, quedar fulminantemente enganchado y querer ir a la desesperada a todos sus conciertos.
Esta faceta alucinante en vivo de YAY, el lado más exuberante y elaborado de su sonido se puede apreciar en deliciosos cortes como "We Never Know How The Day Will End" (que es normal que dé nombre al disco ¡qué preciosidad de tema!), "A Treasure, A Curse" o "Saturday", que están disponibles en su Bandcamp... Y yo no esperaría mucho más para meterme allá, escucharles, quedar fulminantemente enganchado y querer ir a la desesperada a todos sus conciertos.
Lo hacen bien, lo hacen bonito... Han sido YAY.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Siempre son bien recibidas las opiniones. Por favor, emplea el buen gusto, el respeto y el sentido del humor: