Doce años de retraso, un día de arrepentimiento y los que me quedan de aquí en adelante de puro gozo. Con estas líneas puedo describir mi encuentro con el primer álbum del cantautor estadounidense Ray LaMontagne.
¿Pero cómo describir el disco en sí? Pues con otra línea: Ligereza y preciosismo americano versus el poso de la tradición.
Un poquito de 'elquehaganadoelúltimoNobeldeliteratura', de Van The Man, del toque de The Band, de una personalísima voz y de una más que buena colección de canciones. Desde ese pedazo de principio con "Trouble" hasta el final de los finales con el espeluznante "All The Wind Horses" nos estamos encontrando a cada paso con auténticas maravillas que calan hasta lo más profundo del corazón.
"Hold You In My Arms" es un tema que de tan emotivo y romántico podría formar parte de cualquier capítulo de 'Anatomía De Grey' en esas escenas finales en que cada uno de los protagonistas cierra el día a su manera: Uno sentado en el suelo del pasillo del hospital echo un ovillo porque han dudado de su talento y masculinidad en quirófano, otro saludando en la zona de maternidad a una familia inmigrante a cuya hija menor de edad ha ayudado a dar a luz un precioso bebé 'made in 100% Seattle' o, por qué no, desparramando amor en el cuarto de las escobas... Ya saben.
"Burn" suena a acústico descarnado del de toda la vida. A eso que, con una sola guitarra y con tiento, no cansa nunca jamás. A eso que hacía Johnny Cash junto con el barbas, al 'Nebraska' de Bruce.
"Forever My Friend" es un sorprendente giro de tuerca. ¿Os imagináis a Marvin Gaye con los America como banda de acompañamiento? Pues eso es lo que me viene a la mente cuando escucho la percusión, el ritmillo y el fraseo de Ray en este tema.
"Hannah" suena solemne y recia como una composición de Robbie Robertson y compañía. Y eso, en los días que nos toca vivir, es buena noticia.
"How Come", "Jolene" y "Shelter" son otros puntos de este disco a tener en cuenta. Lo que hace que sea un trabajo bien completo y que raya a una altura de esas de vértigo. Personalmente, si a finales de año tuviera que hacer una lista de los diez discos que más me han sorprendido en este 2016 iría fijo y entre los cinco primeros. Ahí lo dejo.
Tanto si ya conocéis a Ray desde hace tiempo y me queréis tirar de las orejas por la tardanza como si no le habéis oído en la vida pero os ha hecho tilín lo que opino de este disco y os apetece escucharlo un rato, aquí me tienen a sus pies.
Yo soy de los que conocen a Ray Lamontagne de toda la vida y no me importa que hayas tardado doce años en reconocerlo. Nunca es tarde.
ResponderEliminarEs más, prefiero a este Ray Lamontagne que al de sus últimos discos. Porque es un tipo que no ha querido estancarse en una fórmula de éxito y se ha arriesgado bastante en sus dos últimos trabajos que son bastante buenos. Pero que poco o nada tienen que ver con este "Trouble" que ya es un clásico.
Otro disco que te recomiendo de Lamontagne es su álbum del 2010 junto a The Pariah Dog titulado GOD WILLIN' & THE CREEK DON'T RISE. No te pongo el enlace de EXQUISITECES porque no me gusta meter la cuña publicitaria en los pocos comentarios que escribo en los blogs amigos XD! Además, me consta que lo conoces bastante bien. Y, si quieres, podrás encontrar reseñas de toda la discografía de Lamontagne. Incluido sus dos últimos trabajos.
Abrazo! Y Felicidades por el blog!!!
MIDAS: De él he escuchado el disco 'Supernova'. Muy hippy el sonido pero esa voz sigue siendo espectacular. Me apunto tus entradas sobre él y seguimos profundizando en la música del barbas este XD ¡Abrazotes!
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