Esta recetita es de esas que haces por primera vez pensando en lo delicada que es, que va a ser un lío, un agobio, que se te va a quemar, que los gabachos sólo saben hacer movidas para complicarle a un españolito de pro como servidor la existencia y... la verdad es que, querido lector, tienes toda la razón del mundo: una vez se te quemará y otra sufrirás viendo cómo se desmorona tu negra y dulce obra, pero no se dejen engañar. Esta serie de catastróficas desdichas no serán ningún obstáculo para ti, porque en cuanto la hagas por primera vez ya no podrás parar nunca jamás y encontrarás motivos y excusas por todas partes para poder meterte en la cocina y darle caña a esta chuminá.
- Ingredientes: Para unas cuatro personas golosonas:
100 Gramos de mantequilla.
3 Huevos.
1 Cucharada grande de harina.
80 Gramos de azúcar, por si quedaba la duda
Nueces.
Azúcar glas.
Moldes de silicona buenos y baratos.
Moldes de silicona buenos y baratos.
- Elaboración:
Antes de todo nos ponemos a precalentar el horno a unos respetables 150-200ºC.
Fundimos la mantequilla y los 150 gramos de chocolate (al micro o al baño María, como más rabia os dé, que no tengo prejuicios).
Montamos los huevos con el azúcar hasta que en el cuenco toda la mezcla triplique su tamaño anterior, más o menos, y agregamos la harina tamizada para que no haga grumos y sepa a asco.
Poco a poco, vamos vertiendo los huevos montados al chocolate, evitando que con el calor se nos pueda cuajar. Mezclamos, que no se me olvide decirlo, de abajo a arriba con cuidado para no romper el volumen creado.
Metemos un poquito los dedos en el cuenco y rebañamos sin que los comensales se den cuenta... ¡Que para eso nos lo estamos currando!
Untamos los moldes con un poco de mantequilla y harina. Con una cuchara o manga pastelera vamos rellenando los moldes hasta un tercio de su capacidad. Incorporamos unas onzas del resto que queda del chocolate de repostería en el interior y seguimos rellenando. Tras estas maniobras, colocamos una nuez en todo lo alto.
El resultado de todo esto que os he contado puede guardarse en el congelador y hornearse días después directamente sin problemas. Las temperaturas indicadas en la mayoría de los sitios nos indican 150-200ºC durante 10-12 minutos, pero yo os aconsejo que estéis al loro del horno y cuando se empiece a cuajar, solidificar el exterior y empieza a oler a esa mezcla de chocolate y bizcocho es cuando se puede sacar.
Desmoldamos con cuidado, espolvoreamos con azúcar glas y si ya lo que queremos es perder el mismo sentido, una bola de helado a la vera del coulant es lo mejor de lo mejor.
Ya finalmente nos queda agarrar una cuchara y partir en dos esta pequeña delicia para ver cómo el chocolate, líquido y humeante va saliendo a poquitos de su interior a ritmo de Betty Davis:
Joder, cómo te cuidas, ¿eh?
ResponderEliminarComo cocinillas y goloso me tiro a la yugular de los gabachos y les enseño de repostería patria.
ResponderEliminarBuen finde...(este ya tengo comprada la comida, pero para el próximo cae)
Alex Palahniuk: Hay que querese por fuera y por dentro XD
ResponderEliminarAddison de Witt: Estoy a muerte contigo en esto. Próximamente, un plato más contundente, no sé si patrio, pero gabacho seguro que no :)
¡Abrazos a los dos!
JOer que pintaza tiene esto, amigo!!! Lo pondré en práctica, descuida, que yo también soy muy llambión* (o goloso, que viene a ser lo mismo...).
ResponderEliminarY si encima lo aderezas con la gran Betty Davis, como que se pone to esto muy muy caliente, no? Jajaja!! Menudo afrodisiaco chaval!!
Salud!