miércoles, 13 de abril de 2016

Capítulo 2: 'At Fillmore East'.


Con este álbum que tenemos entre las manos nos retrotraemos a dos épocas. La primera es 1971, el año en que se grabó y publicó. Una época dorada. La segunda es 2003. que aunque es el año en el que conocí a los Bros, ya no era todo tan dorado. Me lo pillé porque la portada me moló un huevo, las pintas relajadas de los tipos me inspiraba confianza y además su adquisición contaba con el beneplácito de mi padre (quien me haya estado siguiendo a lo largo de estos años sabrá que para mi su palabra en asuntos musicales es la ley). Como iba diciendo, con ‘At Fillmore East’ me introduje de sopetón en el mundo de los Bros... Un disco que es una especie de piedra de toque para introducirse en el Southern-Rock como para muchos seguidores del Jazz lo es el ‘Kind Of Blue’ o para los más Hard-Rockeros el ‘Made In Japan’. Imprescindibles.

Como os iba diciendo, me hice con este álbum allá por 2003. Año en que iniciaba mi carrera universitaria con toda la ilusión del mundo y año en que el Reggaetón estaba en lo más altito de todo. Yo, con mis melenas al viento y mi discman (lo mío es lo retro, desde luego) iba todas las mañanas a clase con este álbum entre otros como el primero de Grateful Dead, el primero de Yes… Gloria bendita.

Si nada más darle al play no te quedas enganchado con la afilada guitarra de Duanne, los juegos de Dickey y con los “wake up momma!” de Gregg en la versión que hicieron del “Statesboro Blues” de Blind Willie McTell es que estás muertomatao.

El ambiente a vivo, a vida, a la jubilosa tensión del directo se mantiene con el “Done Somebody Wrong” de Elmore James, un certero disparo de eléctrico Blues-Rock que se relaja un poco (pero solamente un poco) con el siguiente corte, el “Stormy Monday” grabado originalmente por T. Bone Walker.

Y si lo de realizar sentidos homenajes a los clásicos del Blues no les parecía suficiente a los hermanos Allman, con “You Don´t Love Me” ya rizan el rizo y nos muestran por primera vez cómo son capaces de recrear un pequeño y sencillo Blues tradicional (cortesía del armonicista Willie Cobbs) y convertirlo en una colosal y dinámica pieza de Blues-Rock que roza los veinte minutos y que nos presenta a Duanne y Dickey dándolo absolutamente todo, a la santísima trinidad Trucks-Johanson-Oakley en modo cardíaco y a Gregg en todo lo alto. Lo que me gusta de esta banda es que no puedo decir que cada uno en su faceta estuviera dando el do de pecho mientras los demás acompañaban… Aquí es imposible. Todos eran uno. Eso me parece ejemplar. Algo que habría que enseñar a los más chicos.


“Hot ´Lanta” es la primera composición original de la banda que aparece en el disco. Tiene un desarrollo que es totalmente jazzístico. Me hubiera encantado escuchar una versión de este tema por parte de Cannonball Adderley. Su saxo hubiera quedado de lujo entre tanto guitarrazo ¿No creen?

Siempre pensé en qué es lo que tomaban los bateristas de esta banda, o qué brazacos debían tener para aguantar tanto minutaje con semejante fuerza, precisión y energía… El trío formado por Trucks-Johanson-Oakley se encargó de propulsar esta canción a la mismísima estratosfera. Al infinito y más allá. Es que de verdad es para ponérsela a los pánfilos que dicen que los bajistas o bateristas son el último mono en una banda de Rock.

“In Memory Of Elizabeth Reed”¡Ay Elizabeth Reed! Ya comenté en la primera entrada que es mi canción favorita de la banda. Y que la primera vez que la escuché fue en esta versión en directo, en su máximo esplendor. Inigualable la delicadeza con que cada instrumento se va desarrollando y cómo se van imbricando y uniendo en un todo musical. En belleza pura. Las guitarras son orfebrería fina, el bajo y el teclado suenan a terciopelo y la percusión, a corazón. Los cambios de ritmo nos llevan de un estado de ánimo a otro. Ahora tranquilidad. Ahora tensión… Trece minutos de obra maestra. La estoy escuchando mientras os escribo y la verdad es que me sigue emocionando como la primera vez. Me ha acompañado en los momentos más importantes de mi vida y lo seguirá haciendo mientras me mantenga en pie sobre este mundo.

El “Whipping Post” del ‘At Fillmore East’ con el que se cierra este álbum suena como si el “Whipping Post” del debut de 1969 se hubiera encerrado en un gimnasio a hacer pesas a conciencia y se pusiera hasta las trancas de beber batidos de esos de fresa con guarreridas radioactivas entre sus componente que sirven para echar músculo a mansalva. Sí. Así es como suena. Fabulosamente bien.


Próximamente tocará hablar de esa delicia sonora de 1972 llamada ‘Eat A Peach'. ¡Nos leemos!

2 comentarios:

  1. a la espera al siguiente tras esta inrtroduccion al clásico de los Allman ( que noe s mi favorito dicha sea de paso) CEspero a ver que opinas del eat

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    1. bernardo de andres herrero: me estoy poniendo las botas con estos discos mientras voy escribiendo. Cada vez me doy cuenta que las palabras dicen menos XD
      Tengo una especial predilección por este directo, la verdad sea dicha.

      ¡Abrazos!

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