Hace unos tres años que publiqué una entrada en la que contaba la historia de la banda y de uno de los discos que más hizo por cambiar mis sentimientos y formas de escuchar y entender la música, así que he pensado "¡Hey Víctor, hazlo de nuevo!" y como casi siempre me suelo hacer casi a mí mismo, pues aquí está: La reseña de Love, el grupo angelino liderado por ese excéntrico genio Arthur Lee y por Johnny Echols, a pachas también.
Como todo el mundo sabe, al principio de los años 60, California era un hervidero de grupos en contínuo estado de ebullición. Muchos de ellos nacían para editar como mucho un par de singles y desaparecer para siempre, algunos pocos tuvieron una línea ascendente prolongada y bien sólida, y la gran mayoría sufrió un camino irregular y lleno de vaivenes hasta lograr cierta estabilidad...
En este último apartado podríamos situar a nuestra gente de Love, que originalmente se paseó por los locales de moda y por las casas discográficas con el nombre de The Grass Roots. Bajo este nombre ya estaban integrados gran parte de los miembros que acabarían formando Love: Ahí tocaban el baterista Don Conka, el bajo John Fleck y poco después Brian MacLean como guitarrista, compositor y vocalista.
The Grass Roots practicaba una música que entrelazaba Folk, Blues y Rock fuertemente influída por los primeros Rolling Stones y los Byrds. Con esta fórmula es con la que en poco tiempo se convirtieron en uno de los grupos más seguidos y admirados dentro del circuíto musical californiano, atrayendo ya en el 65 la atención de aficionados y de unas cuantas compañías discográficas, siempre atentas ante todo lo que oliera a éxito y dólares frescos en la cartera.
En este primer período es cuando durante un concierto que estaban dando en el mítico local angelino Brave New World, los todavía conocidos como The Grass Roots decidieron que el público eligiera entre varias propuestas un nuevo nombre para el grupo (pues pensaban que con él podría venir un cambio de ciclo y una progresión positiva en la banda). Se propusieron nombres tan rimbombantes y prototípicos de la época hippiesca com The Asylum Choir o The Summer´s Children, pero el público pasó de tanto barroquismo para acabar eligiendo (suponemos que democráticamente y a mano alzada) un nombre mucho más simple y a la vez directo: Love.
¿No es bonita la anécdota? ¡Que hagan un biopic ya!
Puede parecer que eso de querer cambiar de nombre con la intención de que también se cambiaría de tendencia era en realidad una tremenda tontería, pero no lo fue. En absoluto. Con éste flamante nombre, la banda de Lee inició sorprendentemente una nueva y prometedora andadura, dándose como no puede ser de otra manera, los típicos cambios en el grupo: Ken Forssi se convirtió en el nuevo bajista y Alban "Snoopy" Pfinster cogió las baquetas para reemplazar a Don Conka debido a los grandes y graves problemas que este último tenía con las drogas. Un caso muy prematuro de las terribles consecuencias que el uso y abuso de sustancias nocivas empezaba a tener dentro del mundo del Rock, y que recientemente ha vuelto a golpear...
Jac Holzman, fundador de la discográfica independiente Elektra y un tipo al parecer con una visión musical excepcional, se fijó en la progresión de Love, en la aceptación que tenían entre el público y decidió contratarlos en el 66 para confeccionar lo que iba a ser el primer disco de la banda.
Para esta todavía joven compañía discográfica, Love y Arthur Lee eran una apuesta importante, ya que apostaron por ellos para que se convirtieran en el buque insignia de la compañía. Pero este estatus duró bien poco, ya que la arrolladora y contundente aparición de los Doors y Jim Morrison (que reconocía una sincera admiración por la figura de Arthur Lee) hizo que la Elektra centrara lógicamente sus atención y esfuerzos en el siempre impactante Rey Lagarto, quedando entonces Love en un discreto segundo plano. Es lo que hay...
Para el repertorio de su primer disco, Arthur Lee tiró de sus vivencias y experiencias… Así fue como compuso por ejemplo esa grisácea canción dedicada a su amigo Don Conka, desaparecido en combate. Se titula "Sign D.C", y la vamos a escuchar tranquilamente:
Pasó sólo un año y el sonido de Love, lejos de estancarse, se hizo sensiblemente más complejo y rico en matices.
¿Era "Da Capo" una vuelta a los orígenes? ¿Un paso atrás? Yo creo que no.
La portada era muy similar al disco de debut: con Lee, Echols y el resto de la banda en las ruinas de la comuna conocida por los lugareños como El Castillo, todo parecía indicar que era un regreso al principio, pero el contenido del álbum tenía algo más, algo nuevo...
Gracias a la ampliación de la plantilla con Tjay Cantrelli y Michael Stuart como nuevos miembros más cercanos musicalmente a los sonidos provenientes del Jazz, el mundo de Love se liberó del corsé del Rock más o menos tradicional para evolucionar hacia algo distinto, más experimental y libre donde el Free-Jazz jugaba con la Psicodelia y el Rock. Lo cierto, es que a parte de expandir y enriquecer la música de la banda y de prepararlos aún mejor como músicos, lo que también consiguieron fue aumentar el número de seguidores de esta banda. Un ejemplo de esta mezcolanza es esta alocada “Stephanie Knows Why”:
Siguiendo el ritmo de trabajo por año, en 1967 tocó el turno nuevamente y editaron su tercer álbum, "Forever Changes", que es en mi opinión el punto más álgido en la discografía de Love. Ahora, por primera vez el ingenioso Arthur Lee toma los mandos de la producción, eso sí, con la inestimable participación de Bruce Botnick.
A la sonoridad ya característica de la banda, había que sumar además el empleo de orquestaciones y de unos de los arreglos más inteligentes que se habían escuchado hasta entonces (cortesía de un tal David Angel). El gran cuidado instrumental y esas pequeñísimas gotas de genialidad en forma de detalles, efectos y trucos que hay en cada tema son lo que hacen que este álbum sea de verdad único... Otro aspecto que mejoró fue el lírico. La composición de las letras ganó más peso gracias a la cada vez más importante aportación de Brian MacLean. Sus letras más abiertas y emotivas eran el contrapunto perfecto para las de Arthur, siempre más idas, surrealistas y crípticas.
Si os soy sincero, ninguno de los temas de este disco tiene desperdicio. Se abre de forma melancólica y cálida con "Alone Again Or", adornada de guitarras acústicas y aires latinos casi mariachis. Es estremecedor. Abrir un álbum con una canción así de grande tiene el problema de mantener el nivel, pero Love lo hicieron con "A House Is Not A Motel", donde la personalidad, carácter y raza de Lee sale a relucir. Y de la instrumentación no diremos que se queda atrás porque sería mentir: Otra de las cosas que más me gusta de Forever Changes es esa habilidad para transformar lo dulce en ácido, para fluir de la suavidad de la orquestación a la agresividad de las guitarras con una naturalidad que resulta sorprendente. Más dinámicas y contraposiciones de este tipo se pueden encontrar a lo largo de todo el trabajo e igualmente conseguidas en canciones como "Live And Let Live".
El segundo tema más conocido del disco es "Andmoreagain", dotado de una sencillez y cuidado en sus arreglos de cuerda que abruma al poner el oído. Como se ha visto en otras ocasiones, no es necesario ser wagneriano para dejar noqueado al público. Y la parte de la letra en la que dice "...And You Don´t Know How Much I Love You..." es para enmarcar. Como ésta es mi canción favorita, ahí que va:
Cada corte que trascurre nos muestra una pequeña obra maestra: "Maybe The People Would Be The Times Or Between Clark And Hilldale", "The Red Telephone" y "The Good Humor Man He Sees Everything Like This" son buena prueba de ello.
El tema elegido por la banda para cerrar este disco fue el exquisito, elegante y a la vez grandilocuente "You Set The Scene". Y es que no se les ocurrió mejor forma de demostrar la enorme capacidad creativa y la originalidad que gastaba esta banda:
En el momento de su publicación (y como suele pasar) el disco no obtuvo las ventas que se esperaban, Love siguió sacando discos y actuando, pero no con la proyección que se les supuso en si día. Se acabaron convirtiendo en lo que la gente llama una banda de culto (las interpretaciones, condiciones o puntos a cumplir para ser una banda de este tipo son múltiples y muy personales, así que no vamos a ahondar), pero actualmente Forever Changes y Love se han ido revalorizando debido básicamente a la labor de rescate llevada a cabo por parte de la prensa especializada y de la gente que sabe de Música. Desde esos focos se ha destacado la aportación y el papel de Love como uno de los grandes grupos de la Historia y recordado a "Forever Changes" como una auténtica obra maestra.
Cuando compré y escuché este disco estaba en una etapa muy positiva en mi vida y eso puede hacer que mi corazón influya más que mi cerebro a la hora de juzgarlo, pero si tenemos en cuenta que en estos momentos no está la situación personal para tirar cohetes y sigo opinando lo mismo, quizás es porque "Forever Changes" es bueno sí o sí.
Ya sólo queda que quien quiera o pueda se lo escuche y me cuente en otro momento qué tal le fue...
Por mi parte, una última cosa que ya he repetido en varias ocasiones comentando en los Blogs de otros compañeros cuando venía al caso: en mi opinión, se debería hacer un pack triple en el que aparecieran juntos éste disco, el "Pet Sounds" de los Beach Boys y el "Odessey And Oracle" de los Zombies como ejemplo de perfección musical. Hay más posibilidades de hacer combinaciones musicales, pero esta es la que propongo hoy.
Saludos y Love para todos.
Los descubrí hace poco tiempo (los 3 discos por 9,95!!!) y es de lo que más escucho de un tiempo para aquí. A mi casi me gusta más el Da Capo, por ese toque psicodélico y la variedad de palos que tocan. Imprescindibles.
ResponderEliminarUn saludo
Suscribo lo del pack con los tres álbumes mentados, aunque se podría ampliar la jugada a "Rubber Soul".
ResponderEliminarTambién a mí me parece el mejor disco de Love, aunque la primera cara de "Da Capo" no le vaya a la zaga.
Saludos.
De acuerdo contigo, una joyota pero hay otra ala altura de esta que es "Da Capo" y hace poco encontré "False Start" que es un disco extraño de Love, muy distinto a sus dos obras cumbre pero de excelente concepción y hechura, además tiene el "plus" de que Arthur Lee invitó a su amigo Jimmi Hendrix a participar en la pieza que abre el álbum.
ResponderEliminarSi quieres ver una reseña de "False Start" que hice hace algún tiempo puedes verla aquí:
ResponderEliminarhttp://ritornomiracolo.blogspot.com/2010/04/despues-de-los-clasicos-false-start.html
gran entrada, y es que no es para menos teniendo en cuenta de lo que hablas, madre mia, musica inmortal
ResponderEliminarsalud
Me encanta el tema "Old man" para mi es una de las mejores canciones, no sólo de Love si no de todos los tiempos. Un entrada genial-
ResponderEliminarUn saludo.